Ahora era más tomate que un tomate.
Apostaría cualquier cosa que sin importar chico o chica, nadie se resistirá a esa mirada y a aquellas palabras.
-Yo...yo...-tengo hambre.-solté.
-Ven.-se rió ligeramente y tomó mi mano.
Salimos de aquella carpa.
El mar de estrellas iluminaba la noche haciendo juego con las flores del jardín.
Volteé para ver aquella carpa.
-¿Enserio has hecho esto en un día?-volví la mirada hacia él.
-Con algo de ayuda.-admitió.
-¿Dylan?-deduje.
-¿Cómo supistes?
-Era él o tus tíos.
-Ellos me hubieran sido de mayor ayuda que él.-comentó.
-¿Y ellos?-pregunté al saber que no estaban.
-De viaje otra vez. Esta noche seremos sólo nosotros.-sonrió con una pizca de picardía.
Llegamos a una parte del jardín que no había visto antes donde yacía una mesa elegante llena de cubreplatos.
-La mayoría de las familias tienen un pequeño patio trasero, pero en el caso de los Moons, decir que tienen un parque en casa no es nada exagerado.-pensé mientras caminábamos hacia la mesa.
-¿Qué hay allí?-me entusiasmé pues moría de hambre.
-Ábrelo.-dijo él.
Y sí que me llevé una sorpresa al levantarlo porque no me imaginaba que fuera un par de.....
-¿Naranjas?-dije desconcertada.
Viendo su reacción supe que él tampoco se lo esperaba. Rápidamente levantó el resto de los cubreplatos.
En la mesa yacía una variedad de frutas. Había manzanas, uvas, frutillas, arándanos, cerezas, mangos, kiwis y algún que otro cítrico.
Perpleja miré hacia Nathan, a nuestra supuesta "cena" y nuevamente a él.
-Sí que sabes sorprender.-finalmente reí.-Esto...esto no era parte del plan.-se apresuró a explicar.
-Déjame adivinar ... .¿Dylan?
Luego de analizarlo, afirmó suspirando.
-Supongo que hoy tendremos una cena frutal.-me senté en la silla que tenía enfrente.
-Pediré algo de comida.-se sentó a mi lado.-Come algo mientras-sugirió.
Entonces sacó su celular.
-¿Qué se te antoja comer?-consultó.
-Mmmm...pizza.-contesté.
Pensar en comida me dió más hambre. Así que comencé a saciar mi estómago con mi fruta favorita:cerezas.
-Pizza será.-hizo el pedido.-En 20 minutos llegó.-guardó el móvil.
-Tú también come algo.-acerqué una cereza a su boca.-Están deliciosas.
En un abrir de ojos, el fruto rojo había sido reemplazado por el calor de los labios de Nathan.
-Lo están.-confirmó al alejarse de mis dedos.
Otra vez me puse roja. Para disimularlo me metí una frutilla en la boca.
-¡MH!Esta ácida.-arrugué la cara.
-¿Si?-se aproximó.
-Sí.-aseguré sin darme cuenta de nuestra cercanía.-Prueba una y verás que...¡HM!
Sus labios besaron los míos.
-A mí me sabe muy dulce.-saboreó sus labios.
NARRACIÓN EXTRA
En un bar del otro lado de la ciudad estaba Dylan ,con su grupo de amigos populares, imaginándose la cara de su primo al ver los platos que preparó tan "especialmente".
-¿Quién dijo que la venganza no sabe dulce?-se preguntó.
En ello se rió y se levantó alzando su pinta de cerveza.
-Brindemos por Nathan, que invita esta ronda.-dijo y se tomó todo lo que quedaba.
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Dime por qué te gusto [COMPLETO]
Teen Fiction¡El chico más sexy de la escuela está enamorado de mí! No soy de las más populares, ni de las más inteligentes y mucho menos de las más atractivas. Entonces, ¿cómo, cuándo y por qué pasó? Tengo tres reglas básicas para sobrevivir la secundaria que...