Sobre la mesa de luz se encontraba un paquete de condones abierto y sobre la cama un par de adolescentes algo agitados. Uno sin camisa y la otra sin sus bragas.
El ligero dolor del inicio pasó a ser reemplazado por una sensación placentera. Nathan era muy bueno haciendo su trabajo con los dedos, tanto que Lexi se mordía todavía más fuerte los labios para no largar ningún sonido.
-Relájate.-susurró a sus oídos.-No te muerdas los labios, te harás daño.-acarició sus labios..
Ella negaba con la cabeza.
Ante su resistencia, aceleró ligeramente el movimiento de sus dedos provocando en Lexi un placer aún mayor.
-Quiero escucharte.-pidió.
-Nat...Nat...Nath.....
Sus palabras quedaron en el olvido porque Nathan selló su boca. No podía soportar que dijera su nombre en aquel estado. Lexi no sabía lo provocativa que se encontraba. Eso lo hacía querer explorar el interior de su cuerpo en ese preciso momento. Pero no, tenía que esperar hasta que fuera seguro entrar sin lastimarla.
Lexi quería apagar el fuego que Nathan había generado con sus dedos. Había llegado al punto en que los movimientos circulares ya no le satisfacían. Quería más, mucho más. Por lo que abrió aún más las piernas para poder sentir mayor goce, e inconscientemente comenzó a acompañar los movimientos de los dedos dentro de ella.
Se quedó sorprendida de sí misma. Pues nunca había conocido este lado suyo. Le daba miedo pero a la vez le emocionaba.
Luego del largo beso, Nathan sacó sus dedos de ella y vio a una Lexi agitada, con las mejillas rojas, el cuello lleno de marcas rojas y una mirada que le pedía más. Ella no tenía idea de lo seductora y tentadora que se veía. Estaba muy seguro que si tuviera que pasar alguna prueba de abstinencia sexual con dicho escenario, definitivamente la desaprobaba.
-¿Estás segura de esto?-quería asegurarse nuevamente.
-Sí.-afirmó con toda seguridad a pesar de sus fuertes respiraciones.
Ya era hora de avanzar más en la relación.
-¿Segura? Porque si no estás lista aún estás a tiempo. Más tarde no te daré la oportunidad de arrepentirte, así que .....¡HM!
Esta vez fue Lexi quien lo cayó. Entendiendo esto como respuesta, Nathan se puso en acción.
Luego del "precalentamiento" era hora del verdadero "ejercicio".
-¡Ah!....-soltó Lexi apenas sintió su entrada.
Nathan al instante se detuvo.
-Lo siento. Debí entrar más lento. -se regañó.- Es mi primera vez.-siguió explicando.-¿Duele mucho?-se preocupó.
La primera vez que Nathan se lo había comentado, ella no se lo creyó. Pues cómo era posible que siendo tan atractivo no hubiera tenido ninguna relación sacando lo sentimental. Siguió con la duda hasta que Nathan le contó acerca de su pasado: los tratos y negocios sucios de su padre, las noches de "negociaciones" con mujeres y entre otras cosas. Claro que a ella le tomó un tiempo digerir todo. Lo primero que sintió después de escucharlo fue un profundo e intenso dolor e impotencia. Sabía que la vida de Nathan no había sido fácil, pero nunca se imaginó que hubiera sido tan difícil. Indudablemente era otro nivel. ¿Cómo era posible que alguien tan cariñoso, dulce, atento y bueno con ella, tuviera un pasado tan horrible? Era lo que siempre se preguntaba...
Pensar en lo atento y cuidadoso que era Nathan, la conmovía. Nathan no podía compararse con ninguno de los hombres que había visto en los videos de Lana.
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Dime por qué te gusto [COMPLETO]
Teen Fiction¡El chico más sexy de la escuela está enamorado de mí! No soy de las más populares, ni de las más inteligentes y mucho menos de las más atractivas. Entonces, ¿cómo, cuándo y por qué pasó? Tengo tres reglas básicas para sobrevivir la secundaria que...