Dime por qué te gusto [COMPLETO]

Capítulo 57 - Las razones más dulces

Ese mismo domingo fuimos a festejar el triunfo del equipo de Álgebra. El profesor Lanster estaba tan emocionado que invitó a todos los alumnos que fueron a ver la competencia a una increíble cena en el mejor restaurante de la ciudad.

Cuando llegamos al lugar nos quedamos boquiabiertos todos, pues habíamos ido con la idea de tener una comida modesta. Sin embargo, quedamos todos impactados por el gran banquete que nos tenía preparado nuestro querido profesor en el salón VIP del restaurante.

En la sala yacía un buffet con todo tipos de platos exclusivamente para nosotros. Había todo tipo de pastas, los mejores cortes de carnes, los mariscos más extravagantes entre otros platos gourmets.

-No nos equivocamos de salón, ¿no?-susurró Lana a mis oídos.

-No lo creo, esta es la 214.-confirmé sin dejar de admirar toda aquella comida.

-¿Seguro que tu profesor podrá pagar todo esto con el salario de la escuela?-dijo aún más bajo.

Pero antes de que pudiera contestar, se escuchó una voz detrás nuestro.

-No con el salario de profesor. No creo que tenga problemas para pagar esta cena si usa un Rolex como reloj.-dijo Dylan.

-Waw...no creí que su profesor pudiera darse esos lujos.-contestó ella.- Un momento.-reaccionó.- ¡¿Qué haces escuchando conversaciones privadas?!-lo regañó.

-Ja...como si yo quisiera escucharte.- se defendió él.-¿Acaso piensas que con decirlo bajo nadie te escuchara?-puso sus ojos en blanco.

-Tú....-lo señaló.

-Mirá Lana.-desvié su atención.- ¡Tienen un sector de comida vegetariana!

-¡NO PUEDE SER!-estalló.-¡Amo a tu profesor!-salió corriendo hacia aquel sector.

-Aún no entiendo cómo puede aguantar no comer carne.-decía Dylan mientras sus ojos seguían a Lana.

-Podrías darle una oportunidad a la comida vegetariana, tal vez hasta te llegue a gustar.-contesté sonriente.

-Paso.-se negó.-Pero iré a ver que tu amiga no cause problemas.-puso de excusa y se fue donde estaba Lana.

No dije más nada, simplemente me reí.

-Estas dos personas......-moví la cabeza.

-¿Qué es tan gracioso?-de pronto escuché detrás mío.

-De Dylan y Lana.-respondí sin dejar de sonreír.

-Si terminan juntos, no haremos citas dobles.-miré dudosamente a Nathan.-Es por su bien. No quiero que terminen envidiándonos.-me devolvió una tierna mirada.

Dejé escapar unas risas.

-¿De qué nos envidiarán?-no encontraba razones.

-De que tengo una novia increíble.-dijo como si fuera algo obvio.

Mis risas terminaron en una enorme sonrisa.

-¿De dónde aprendes esas cosas?-consulté sin poder disimular mi felicidad.

-Sólo digo la verdad.-contestó al instante.

¿Qué más podía decir? Nathan sabía cómo hacerme sonreír.

Todos comíamos en la gran mesa del salón cuando repentinamente el profesor se paró alzando una copa de champagne.

-Quiero felicitar nuevamente a mis queridos alumnos por haber ganado el primer puesto. Son el orgullo de la escuela y el mío. Todo el esfuerzo que hemos hecho valió la pena.-pausó para contener sus lágrimas.-¡Ahora que pasamos directamente a las nacionales, iremos por más!-exclamó.