Dime por qué te gusto [COMPLETO]

Capítulo 54 - Mi regreso después del escándalo

-Te acompaño mañana a la escuela.-propuso Nathan de repente.

Dejé de jugar con sus cabellos.

-No, está bien.-rechacé.-Será peor si nos ven juntos.-opiné.

-Algún día se iba a saber.-dijo acostado en mi pierna.

-Pero no creí que fuera tan pronto.-suspiré.

-Lo siento.-pasó su mano por mi mejilla.-En aquel momento no pensé en otra cosa cuando te ví caer.-se apenó.

-No te estoy culpando.-apoyé mi cara sobre su mano.-Es solo que estoy nerviosa por volver a Dexter.-admití.

-Tranquila, todos estarán más pendiente de lo que pasó con esa chica.-haciendo referencia a Tania.- Después de todo es lo que más se habla ahora en las redes.-consoló acariciando mi rostro.

-Ojala pase desapercibida mañana.-me apoyé sobre el sofá.-Por cierto.- mi espalda volvió a alejarse del sofá.-¿No crees un poco sospechoso todo lo que pasó con Tania?-recordé.

-¿A qué te refieres?-comenzó a jugar con las puntas de mis cabellos.

-Mmm ... .pues que de pronto todas sus víctimas se unieran para exponerla.-analicé.-Piénsalo,¿ que saliera un video tras otros en solo una mañana no es extraño? ¿Como si todo fuera planeado?

-Tal vez esas chicas ya no soportaban ver cómo vendía una falsa imagen de ella en las redes.

-Pero...¿por qué justo ahora y no antes?-me quedé pensando.-Además, presiento que hubo alguien detrás de todo esto.-sospeché.

-¿Por qué lo dices?-alzó una ceja.

-Para semejante exposición y volverla viral se requiere una cabeza que lo organice todo, ¿no?

-Que inteligente que es mi Lexi.-apretó mi mejilla.

-Ay ya te dije que dejaras mi cara en paz.-me quejé.

Pero mi reproche hizo el efecto contrario, dado que se levantó de mi pierna y estiró nuevamente mis cachetes.

-¡Nathan!-intenté apartarme sin lograrlo.

Él haciendo caso omiso de mis quejas como siempre, sujeto mi cara para seguir jugando con ella.

Mi enfado claramente no lo detuvo. Así que decidí cambiar de estrategia. Tomé su bello rostro y comencé a hacer lo mismo que él.

Fue así como unos segundos después, terminamos pareciendo dos tomates.

-Si me sueltas te suelto.-propusé en señal de paz.

-Bien.-accedió.

-A la cuenta de tres, ¿si?-indiqué.

-Bien.-afirmó.

-Uno, dos y ....¡tres!- liberé sus mejillas.

Sin embargo, sus malvadas manos seguían sujetando mis pobres cachetes.

-¡Nathan! Eres un..un...tramposo. Quedamos en la cuenta de tre....-sus cálidos labios callaron mis palabras.

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A la mañana siguiente con mucha inquietud volví a la escuela. Por suerte, tenía a Lana a mi lado en todo el camino. Sus malos chistes me distraían un poco de mis nervios.

-Tranquila Lexi, estarán todos hablando sobre Tania. Y si alguien te dice algo ignóralo o más fácil avísame y ya no volverá a decirte nada más.-apretó sus puños.