-¿Quieres más?-preguntó la mamá de Dylan.
-Sí, por favor.-no resistir la tentación.
Ella sirvió tres langostinos rebozados en mi plato.
-Gracias, señora Moon.-dije contenta.
-Dime Clare.-me devolvió una sonrisa.-Avísame si quieres más.-dijo con cariño.
Asentí con gusto y me metí un bocado de mi platillo a la boca.
-¡Mamá!-protestó Dylan.-Dijiste que no había más.
-No hay más pero para ti.-remarcó su padre.-Si fuera por ti no dejarías nada para nuestra visita.
-Pero papá, no es justo.-se hizo el indignado.
Escuchaba atentamente las "quejas de Dylan", pero mi boca no paraba de masticar.
En verdad estaba deliciosa toda la comida.
-Si sigues hablando ni sopa tendrás.-advirtió el señor Moon.
Resignado se volteó hacia mí.
-Lexi ahora eres testigo de cómo me tratan en esta familia.-comenzó su actuación.-Mis padres me maltratan. Ni siquiera me quieren alimentar.-exageró sus expresiones de manera más cómica.
No podía contener la risa.
-Mejor come antes de que te quedes sin nada.-dijo Nathan luego de meterle una pieza de sushi en la boca.
-Disculpa a mi hijo.-me dirigió la palabra su padre.-No sé cómo nos salió así.-bromeó él.
-¡Papá!-reprochó su hijo aún sin terminar de tragar.-No hables mal de mí enfrente de...¡HM!
Nathan le metió otra pieza en la boca.
-No hables con la boca llena.-dijo él conteniendo sus risas.
Ahora Dylan con sus cachetes inflados no podía ni hablar ni masticar. Solo lanzar miradas asesina hacia su primo.
-Dejen en paz a Dylan.-defendió su madre.-No será el favorito de la familia pero tampoco hay que molestarlo-agregó ella.
Dylan casi escupió el agua que había tomado para bajar el sushi.
Al siguiente segundo, el comedor se llenó de nuestras risas.
Claro que el único que no reía era el pobre Dylan que no podía creer la "traición" de su mamá.
-Que no te parezca extraño.-ella puso su mano sobre mi brazo.-Somos así. Nos gusta bromear aquí. Me imagino que tus padres son más series que nosotros.-dijo entre risas.
Pensar en ellos borró la sonrisa de mi rostro.
-Sí, lo son.-contesté.-Las bromas no son lo suyo.-esbocé una sonrisa de la forma más natural posible.
-¿Tía a qué hora es el vuelo?-Nathan preguntó de repente.
Sabía que estaba cambiando el tema de conversación.
-Emm...-se quedó pensando.-Si no me equivoco a media noche, ¿cierto Logan?-preguntó a su esposo.
-A las 23:30 hs para ser más exactos. Así que a las 22:00 nos estaremos yendo.-contestó él.-Ni se te ocurra traer gente a casa.-le advirtió a su hijo.
-¿Por qué tanta desconfianza hacia mí?-cuestionó como si fuera falsa la acusación.
-Porque te conozco demasiado.-lo miro de reojo su papá.
-No es justo. ¿Por qué Nathan puede traer a alguien y yo no?-señaló.
-Tenía un punto.-pensé.
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Dime por qué te gusto [COMPLETO]
Novela Juvenil¡El chico más sexy de la escuela está enamorado de mí! No soy de las más populares, ni de las más inteligentes y mucho menos de las más atractivas. Entonces, ¿cómo, cuándo y por qué pasó? Tengo tres reglas básicas para sobrevivir la secundaria que...