Dime por qué te gusto [COMPLETO]

Capitulo 48 - Desperté en su cama!😱

Al despertar un dolor inmenso inundó mi cabeza. Apenas podía abrir los ojos. Intenté levantarme pero sin muchos éxitos.

Con las fuerzas que me quedaban toqué mi frente.

-No, no tengo fiebre.-descarté.-¿Qué me pasó? ¿Por qué me duele tanto la cabeza?-me pregunté.

Parecía como si un camión hubiera pasado por encima mío.

Sin más opciones, cerré los ojos y volví a dormirme profundamente.

Pasado un tiempo, nuevamente entreabrí mis ojos. Aún no había despertado del todo. Volteé al otro lado de la cama en busca del reloj.

-Que extraño...¿dónde está? ¿Se me habrá caído?-seguí manoseando.-No recuerdo que mi mesa de luz fuera tan grande...

¡Un momento!

Enseguida me levanté.

-¡Qué estoy haciendo en la cama de Nathan! ¡¿Por qué no estoy en mi casa?! Pero sobre todo, ¡¿qué pasó con mi vestido?! ¡¿De quién es esta remera?!-el susto me despertó por completo.

Rápidamente intenté recordar lo que había pasado la noche anterior. Sin embargo, solo logré que la jaqueca regresara.

Intenté aliviar el dolor masajeando mi entreceja mientras repasaba lentamente los sucesos.

-Después de la cena vimos una película en la habitación...Luego fuimos a despedir a sus tíos, agradecí la invitación...Más tarde tomé un batido ...-no recordé más.

En ello la puerta se abrió.

-¿Cómo te sientes?-fue lo primero que preguntó Nathan.

Froté mis ojos.

-Mal.-contesté con la voz áspera.

Sentía la boca muy seca.

Al acercarse apoyó la bandeja sobre la mesa de la luz y se sentó a mi lado.

-¿Ahora sabes por qué no debes tomar los batidos de Dylan?-soltó una ligera risa.

¿Batido? Bueno, sí tenía nociones de haber tomado un batido....

-Ten.-me alcanzó un vaso de agua.-Tienes que hidratarte para aliviar la resaca. Traje pastillas para el dolor de cabezas. Pero antes de tomarlas come algo.-refiriéndose a las tostadas en el plato de la bandeja.

Tomé la mitad del agua.

En verdad tenía mucha sed.

¡Un segundo! ¡¿Resaca?!

-No imaginé que fueras tan diferente después de tomar alcohol.-su sonrisa solo me generó intranquilidad.

-¿De...de qué hablas?-dije nerviosamente.

-¿No lo recuerdas?-sonrió aún más.

Negué con la cabeza.

Tenía un muy mal presentimiento.

-Descuida.-acarició mis cabellos.-Primero como algo.-puso el plato en mis manos.

Aún no me recuperaba de lo último dicho. Simplemente le dí un mordisco a la tostada.

-El batido te hizo demasiado efecto.-pasó su dedo sobre mis labios limpiando las migajas de ella.

El tacto de su suave movimiento trajo imágenes de unas manos sobre mis piernas desplazándose cada vez más arriba....

-A Dylan le gusta mezclar diferentes alcoholes en sus tragos.-continuó contando.- Y por accidente te lo tomaste todo.-alejó su dedo.

Me acordé del sabor de la bebida. Había pensado que era un simple postre con un gusto un poco amargo de lo normal.