Capítulo 60 - Él, mi perdición

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-¿En qué andas pensando?-unas manos rodearon mi cintura.

El calor de su pecho me acogía y sentí su mentón sobre mi cabeza.

-¿Ya finalizó la videollamada?-levanté la vista.

Nathan asintió devolviéndole una tierna sonrisa.

-El Profesor Lanster sí que quiere que ganen las nacionales.-comenté.- Aún después de clases insiste en seguir con sus prácticas.-reí.-Pero sería genial si ganan.-añadí.

-Y...¿cómo me premiarías si ganamos?-la ternura de su sonrisa se volvió traviesa.

Inmediatamente miré hacia adelante escapando de su mirada.

-Me gustaría que el premio fuera algo ... .íntimo.-susurró en mis oídos ya enrojecidos.

-¡Nathan!-lo empujé.

A estas alturas me era muy difícil no interpretar su última palabra de otra forma.

Él se echó a reír y volvió a acercarse, esta vez abrazando mis hombros y apoyando su cabeza sobre ellos.

-Es broma. Es broma.-seguío riendo.

-¿No te aburres de hacer siempre las mismas bromas?-regañé.

Apenas lo dije, mi mejilla izquierda recibió un suave beso como respuesta.

El ligero tacto de sus labios en mi piel fue suficiente como para sentir una corriente eléctrica recorriendo todo mi cuerpo.

-Emm...-aclaré la garganta.- Es una linda noche hoy.-disimulé no estar nerviosa.

-Lo es.-me abrazó más fuerte.-Dime, ¿en qué estabas pensando antes? ¿Mh? Te veías muy concentrada.-su respiración en mi cuello era mi tortura.

-Pues ... .-traté de recordar lo que estaba haciendo antes de que Nathan subiera a la terraza.-Concéntrate Lexi, concéntrate.-me decía una y otra vez.

De a poco la calma volvió a mí.

-En lo mucho que se aman tus tíos.-finalmente me acordé.

Hoy fue el aniversario número 20 de casados de los padres de Dylan. Su padre quería hacer una celebración diferente a los años anteriores ya que siempre hacían un festejo a lo grande con amigos y familiares. Por eso, esta vez, decidió que fuera algo más privado. Así que terminó haciendo una cena sorpresa para su esposa en la cual Dylan, Nathan y yo participamos en su planeación. Nos habíamos pasado toda la tarde decorando la enorme mansión, mientras que él se encargaba de los platos de la cena.

Por supuesto que la reunión familiar fue solo el aperitivo del regalo de aniversario, dado que el verdadero plato principal era un viaje a las Bahamas, que obviamente era solo para ellos dos. De hecho, luego de la cena partieron a su vuelo.

-Sí.-afirmó.- A pesar de los años se siguen amando como cuando eran jóvenes o incluso más.-comentó.

-Jamás había visto una pareja que se amaran tanto por mucho tiempo.-pensé en la relación de mis padres.-En verdad es admirable.-concluí.

-Lo es. Aunque no siempre fue así.

-¿No?-giré la cabeza.

-Se detestaban al principio.-contestó.-Mamá decía que cuando eran adolescentes siempre discutían cada vez que se veían y que ni siquiera ella podía frenarlos.-siguió explicando ante mi asombro.

-La frase "los que se odian se aman" describe muy bien su historia de amor, ¿no?-reí.

-Sí, demasiado bien.-estuvo de acuerdo.-De hecho, mamá me contaba que nunca se hubiera imaginado a su hermano menor con su mejor amiga y que al principio le costó creerlo. Es más, prefirió creer que ambos habían perdido una apuesta y que por eso estaban saliendo.

Dime por qué te gusto [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora