PLANES DE AMOR

Capítulo 12

-Tu espera y verás -contestó Michael mirándola con expresión amable.

Thomas pidió a los asistentes que se pusieran de pie para brindar por los novios.

-¡Por Michael y Helena!

Al menos, de momento, nadie se había equivocado con el nombre.

Todos se sentaron de nuevo, Michael se puso en pie y Helena dejó de preocuparse por las privaciones de oxígeno que le provocaba el corsé. De todos modos no hubiera podido respirar.

-Se que lo tradicional sería que el novio brindara por las damas de honor -comenzó.

《Eso es, tu llama la atención sobre el carácter tan poco tradicional de esta boda》.

-Pero, como sin duda habréis notado, mi esposa y yo no tenemos ninguna.

Una risita nerviosa circuló por todo el salón. Genial, aquello iba a ser brillante.

-Muchas cosas de esta boda puede que no hayan salido tal y como esperabais. Pero todo ha salido como debería.

Michael sonrió a Helena, que, por primera vez en ese día, sintió que algo se aflojaba en su interior.

-Desde siempre hemos sabido que queríamos la unión de nuestras familias, un futuro como pareja, formar un equipo. Pero el amor no se puede planear, ni se puede programar un romance, o el deseo. Como bien hemos aprendido Helena y yo, no sé puede engañar a cupido.

Todo aquello era cierto, y describía a la perfección el descubrimiento realizado por Ruggero y Karol. Pero por el modo en que Michael lo decía, por cómo sonreía amorosamente a Helena, parecía que estuviera contando otra historia totalmente diferente.

Su historia.

-Creo firmemente que nuestra boda no ha sido más que el primer paso de un trayecto que durará toda la vida. Con Helena, juntos, nosotros y nuestras familias, nos enfrentamos a un maravilloso futuro. Y no podría estar más orgulloso de transitar este camino junto a mi esposa.

Michael tiró de ella para que se pusiera de pie a su lado, rodeandole la cintura con un brazo mientras levantaba la copa de champán con la otra mano.

-Por Helena -el brindis fue coreado por los invitados.

Y, por un instante, allí de pie con el vestido de su hermana que le quedaba demasiado ajustado y unos zapatos que la estaban matando, Helena vio el futuro que Karol había planeado para si misma.

Casi le pareció un cuento de hadas que se suponía debía ser. Al menos por un instante. Hasta que los invitados empezaron a corear una petición.

-¡Que se besen, que se besen!

De repente, Helena deseó que el corsé le apretara tanto que le provocara un desmayo.

Imaginarse un futuro de cuentos de hadas no era lo mismo que besar al príncipe. Había conseguido evitarlo en la iglesia, pero después de los brindis, esa gente exigía una satisfacción y cualquier otra cosa no haría más que despertar de nuevo los rumores.

Y no podía permitir que sucediera. No después del bonito discurso de Michael.

Si querían un beso, iba a tener que dárselos.

-Nunca me imaginé que el primer beso de mi marido fuera a ser tan público -ella se volvió a Michael.

-Solo es para la galería -el sonrió.

Por supuesto. No estaban realmente enamorados, a pesar de lo que Michael había sugerido en su discurso. Ese matrimonio era solo temporal, no podía durar. No cuando ella no podía darle a Michael lo que él más deseaba.

A Helena se le aceleró el corazón mientras él la abrazaba y la atraía hacia sí y los gritos se transformaban en una ovación.

《Solo es para la galería》, las palabras resonaban en su mente mientras Michael bajaba la cabeza para besarla. 《Si esto es para la galería, ¿cómo voy a sobrevivir a lo verdadero?》.