Capitulo 20

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Michael apenas durmió.

En cuanto Helena hubo abandonado el despacho, había llamado al abogado y le había pedido que tomara el primer vuelo para redactar con él el nuevo contrato matrimonial.

Cumplida esa tarea se había dirigido a la cama, parándose en lo alto de la escalera para considerar sus opciones.

Así pues se dirigió hacia su habitación, aunque su cuerpo, otra cama, otro cuerpo, lo empujaban hacia la puerta de al lado.

Era consciente de que le había hecho daño. Lo había visto en sus ojos, aunque no estaba seguro del todo lo que había dicho para ofenderla. Seguramente todo. Le faltaba práctica en el trato con las mujeres. Con Karol no podía decirse que hubiera tenido una relación normal. Hablaban abierta y claramente. Sin malentendidos.

Pero con Helena no era mismo. Y su falta de tacto le había hecho daño.

La presencia de Henry lo solventaria en parte. En cuanto hubieran plasmado en un papel sus expectativas, las cosas mejorarían entre ellos. Pero hacerse perdonar por Helena, era una cosa suya nada más.

***

Al fin, Michael se durmió, pero apenas tres horas más tarde, su reloj interno lo despertó. La seis en punto. Llevaba tanto tiempo levantándose a la misma hora que no podría dormir más aunque quisiera.

Y ese día quería. Si consiguiera dormir, se perdería la marcha de sus padres y su familia. Helena podría desayunar sin la cortapisas del corsé y, para cuando él se hubiera levantado de la cama, el mundo volvería a estar en equilibrio.

Con un suspiro, se levantó de la cama y se duchó. El agua caliente y el vapor era lo mejor.

Limpio y despierto, alargó una mano hacia su habitual traje antes de recordar que estaba en vacaciones. Más aún, de luna de miel.

Sin embargo, sospechaba que su primer día de casado iba a parecerse mucho al dia anterior. Y como todos los días, tenía trabajo de hacer.

Pero lo primero era asegurarse de que sus padres partieran hacia Londres. Al menos se libraría de la preocupación añadida de las intromisiones de Ezequiel, o de Isabella.

Claro que con la marcha de todos, Helena y él se quedarían a solas.

Y eso, decidió Michael, podría resultar muy interesante.

Razón de más para querer que Henry llegara cuanto antes.

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