Capitulo 26

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Los ojos azules estaban muy abiertos y Michael se pregunto si no se habría pasado. Sin embargo, era importante que Helena entendiese lo decidido que estaba a que ese matrimonio funcionase.

No quería despertar lastima, pero, si iban a ser parejas, ella tendría que conocerle. Y él tendría que conocerla. Y después del día que iban a pasar juntos, esperaba progresar en ese aspecto.

-Ruggero me traspaso un puesto que había estado destinado a él, y nuestro padre tuvo que aceptarlo. No espero que le guste, pero es un hecho. Dentro de poco estarán los contratos y...

-Y todos sabemos que el papeleo manda -lo interrumpió Helena con una sonrisa de amargura.

-Eso es. El mundo ha cambiado, y también la compañía. Quiero ser merecedor de todo eso. Quiero aprovechar la oportunidad para llevar Sevilla-Pasquarelli al siglo XXI, hacer que crezca aún más. Quiero que nuestros padres se sientan orgullosos, y mi esposa también.

Helena desvió la mirada, pero durante un instante le apretó la mano con fuerza. Casi, pensó Michael, casi la tenía, y había bastado con contarle la verdad.

-Lo tienes todo planeado -murmuro ella.

-Me gusta saber hacia donde voy -Michael se encogió de hombros-. Sirve para compensar el hecho de que no se dé dónde vengo.

- ¿De verdad es así como te sientes? -Helena lo miro con los ojos desorbitados.

-A veces -el frunció el ceño-. ¿Por qué?

-No lo sé. Es que a veces... -ella respiro hondo, como si intentara calmarse.

A Michael le pareció una actitud extraña. Su condición de adoptado nunca había sido un secreto y, viviendo tan unidas las familias, nada de aquello sería una sorpresa.

-Siempre he sabido que eras adoptado -prosiguió su mujer-, y ya de pequeña comprendí que Ezequiel te trataba de manera diferente. Pero para mí, para nosotros, siempre has sido un miembro mas de la familia. Incluso para Isabella, creo. Y Ruggero...

-He hecho las paces con Ruggero -la interrumpió Michael.

- ¿Incluso ahora?

-Sobre todo ahora -el se froto la nuca-. Ruggero no me robo a Karol, ella eligió marcharse con él. Y si, puede que no se ajustara a mi plan. Pero, a cambio, me he casado con una hermosa, brillante y maravillosa mujer. Alguien que siempre me ha considerado familia, y eso significa para mi mas de lo que te imaginas. Te aseguro que estoy contento con el desenlace.

- ¡Oh! -la exclamación de Helena fue de total sorpresa.

Michael le soltó la mano mientras el camarero les servía los entrantes. Tenía la sensación de que aquella conversación aún no había terminado, pero al menos Helena ya sabia que lugar ocupaba para él. Solo necesitaba tenerla a su lado.

Fácil.

-La otra noche... -comenzó Helena antes de detenerse.

Claro. La noche de bodas. Era lógico que quisiera hablar de ello en un restaurante abarrotado donde no podría demostrarle que sus reservas no habían tenido nada que ver con falta de interés.

-Había sido un día muy largo para los dos -intervino el.

-Esa noche -ella agito una mano en el aire-, pensé por un momento que estabas enamorado de Karol.

- ¿Y por qué demonios ibas a pensar algo así? -Michael la miro perplejo.

La carcajada de Helena llamo la atención de los demás.

-Te das cuenta de lo ridículo que suena, ¿verdad? Cuatro días antes se suponía que ibas a casarte con ella, ¿y no se te ocurre de donde podría haber sacado la impresión de que estabas enamorado?

PLANES DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora