Estudiar en la universidad deseada si era maravilloso, pero no una carrera que verdaderamente no sea de tu agrado.
Para ser precisa estaba en mi primer semestre, estudiando Administración de Empresas. Era obvio porqué lo hacía.
"Algún día vas a tener que dirigir la empresa de la familia, Karol, y con tu tonto sueño de cantar o peor aún diseñar no vas a lograr enorgullecer el apellido que te forma".
Un argumento, o como yo le llamo, discurso barato, que me imposibilita de ver más allá de lo que me dejan.
En fin, la carrera no es difícil si me concentro pero en definitiva no es algo que me alegre hacer, mi sueño era cantar, hacía que mi alma se liberara con melodías que me transportaban y palabras que ayudaban a expresarme. O el simple hecho de diseñar, sacar todas mis ideas a flote y a base de hermosas telas crear una nueva prenda, esto hacía que me liberara de tanta presión por parte de ella, de mi querida madre.
A mi padre no lo conocía, mi madre dice que nos abandonó pero no logra decirme cual fue el motivo y con una mirada me advierte que debo de dejar de hacer preguntas.
Y sí, a mis dieciocho años tenía tantas dudas sobre él, tantas cosas que me había privado de hacer y no porque no quisiera si no que mi vida se trataba de estudiar y asistir a los eventos de mi mamá y mostrar una radiante sonrisa, con una buena postura y sacar a relucir mis más sofisticados modales.
La alarma me hace terminar mi cuestionamiento de vida y recordar que debo de alistarme para ir a la Universidad.
—Karol.— escucho el grito de mi mamá desde la parte de abajo.
—Un momento, estoy preparándome, enseguida bajo.
Me levanté y entré al baño, tomé una ducha rápidamente, salí y me puse un vestido floreado con unas zapatillas blancas. Agarre mi bolso y bajé a desayunar.
—Desayuna rápido que vas a llegar tarde a la universidad.
—Tengo tiempo mamá, no te preocupes.
—Debes mantener un perfil impecable Karol, no quiero recibir ningún mal comentario.
Era verdad, la vez que la llamaron del colegio porque en un impulso empuje a una chica que intentaba golpearme, me dejó dos semanas castigada.
—Sí mamá. Ahora ya debo irme, nos vemos más tarde.
—Recuerda que no estaré aquí hoy.— como casi siempre, repito en mi mente.—Así que puedes pasar con Valentina, pero aquí en la casa Karol.
—Está bien.— le respondo.
Salgo rápidamente y veo el auto estacionado de mi mejor amiga.
—Hola bebé, un poco más y me duermo de tanto esperar.— me dice con una expresión de cansancio, y un nivel alto de drama.
—Apuesto que recién llegas, vamos rápido que si no vamos a recibir un discurso de puntualidad por parte de la señora Carolina.— Valentina se ríe, sabe que si mi mamá me escucha decirle así, es capaz de mandarme a China.
No tardamos mucho en llegar a las primeras clases, Valentina también estudiaba Administración de Empresas, pero a diferencia de mí a ella si le apasionaba la carrera.
Las clases pasaron normalmente, ya me había acostumbrado. Cuando llegamos a mi casa subimos a mi habitación, hasta que a Valentina le dio hambre nuevamente.
—Pero si Lupe ya nos dio de comer Vale, y encima te comiste dos platos.— le recuerdo, pero con una cara inocente me contradice.
—Karol, eso fue hace dos horas, así que estoy nuevamente hambrienta, salgamos por un helado sí.— hace un puchero en el intento de convencerme.
—Pero si aquí en casa si hay helado.
—Quiero salir Karol, vamos por un helado y tomamos aire fresco.
—Puede venir mi mamá y ahí si se nos arma donde no me llegue a encontrar.
—Regresamos rápido si.— me conoce tan bien como para sacar sus ojos de gato a los que no he conocido a nadie que le diga que no cuando los ven.
—Tenemos media hora entendido.— al instante comienza a dar brincos, adoro a esta rubia.
Salimos a la heladería que quedaba cerca de mi casa sin necesidad del auto. Pedimos dos helados y enseguida nos regresamos.
—Sabes, no entiendo porque no le dices a tu mamá que Administración no te gusta y que tu sueño es ir al Conservatorio o también demostrar tu talento en diseño.
—Soy su única hija, solo me tiene a mí, si le digo eso desaparezco de su vida, ya sabes que para ella ese no es un trabajo y más aun cuando debo dirigir la empresa.
—Pero, no te gustaría cumplir tu sueño.
—Claro que si Valentina.— le respondo soltando un pequeño suspiro.—Es más que el Señor me mande una señal para hacerlo.
Suelto una carcajada pero enseguida mí visión se obstruye y siento un golpe en seco.
Vaya día y todo por salir a comprar un inocente helado...
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Ok ahí te voy San Pedro...
Como verán esta es mi primera historia y todo salió por un simple "campo"
La incentivadora de esto fue luggarollove alias la patrona y estimada, también fue creadora de la portada.
Y ya solo eso, no se como va a salir esto pero ajá ahí vamos, nada más que escribir, espero les guste.
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