Mientras salíamos de la Universidad, empecé a querer sacarle más información a Valentina. Cuando llegamos a casa, ella no me quiso contar más.
—Así que te gusta Mike.
—Ya te dije que creo que sí. Es lindo.
—Yo también pienso que es lindo, sin embargo no me gusta.
—Claro, porque a ti te mueve el piso cierto sexy italiano.
—Sabes, no te voy a molestar más. Dejemos el tema por la paz.
Esa tarde nos pasamos haciendo tarea. En dos semanas eran los exámenes y teníamos que tener todo organizado para estudiar.
Cuando bajamos para irnos a casa de Valentina, vi a Lupe limpiando. Me acerqué a ella.
—Lupe, ¿mi mamá ha llamado?
—No cariño.—me lo dice con una sonrisa que más bien es una mueca de tristeza.
—Está bien, ya me voy a casa de Valentina.
—Lupe, ¿hoy Karol puede dormir en mi casa?
—La señora Carolina dijo nada de permisos.
—Pero es a mi casa, no le pasara nada. Además la señora Carolina no tiene por qué enterarse.
—Solo por hoy.
Las dos saltamos a abrazarla. No me dijo nada de que iba a pedir permiso, pero me gusta la idea.
Cuando entramos al bar, me sorprende que no estén arregladas las mesas y que al contrario, las sillas ni las han movido de su lugar.
—Chicas vengan.— nos llama Rebecca.
La seguimos y entramos a la bodega. Todos los chicos están ahí.
—¿Qué está pasando?— Agustín habla por todos.
—En media hora van a venir a darle mantenimiento al lugar.
—¿Cómo?
—Así lo decidió mi papá con la orden de mi mamá. Pues resulta que vio un programa y se le metió la idea de que el lugar pueda estar infestado de ratas y cucarachas. Primero papá le aclaro que nunca ha existido queja pero mamá le dio dos opciones o desinfectaba el lugar o se divorciaban.
—Mírale el lado positivo, hay amor puro entre tus padres.
—Sí, pero tengo que evitar que mamá siga viendo programas así. No vaya a querer desinfectar la casa entera.
—Esta entendido el por qué no abriremos hoy. Pero solo tengo una pregunta para hacerte querida Karina.
—Dime querido Agus.
—¿Cómo porqué nos hiciste venir, si es evidente que hoy no vamos a trabajar?
Todos miramos a Karina esperando una explicación.
—No vinieron todos.
—Oh! Que calma me da saber que Diana está en su camita calentita, mientras yo casi que he venido corriendo.
—Los hice venir por un buen motivo y no llamé a Diana porque no quiero que nos acompañe en nuestra aventura.
—¿Qué aventura?
—Yo la llamo "Rescate de mininos"
Todos quedamos viendo a Karina como que si le hubiera salido un tercer ojo.
—Karina, más te vale explicar rápido todo esto porque estoy por agarrar mi bolso y largarme a mi casa.- dice Rebecca con un evidente mal humor.