El silencio puede ser sepulcral.
Puede entenderse para bien o para mal.
La más mínima expresión acompañada de un momento de silencio puede llegar a ser tan decepcionante para la otra persona que no encuentras las palabras para sacarlo de ese error.
¿Qué cómo llegue a esa conclusión?
Cuando demore demasiado en reaccionar a la confesión de Ruggero y él lo único que hizo fue asentir con la cabeza y ayudarme a bajar de la roca.
¿Qué por qué no dije algo para sacarlo de ese error?
Pues porque me puse nerviosa y ya nada salió de mí.
El camino de regreso al bar fue sumamente incómodo.
Antes de llegar saque el antifaz de mi mochila y me lo coloque. Sentí su mirada y cuando alce la cabeza para verlo, él volteo de inmediato.
Entramos y nos dimos cuenta que habíamos llegado tarde.
Había mucho movimiento en el lugar.
Rebecca nos avisó que ni Karina ni Pablo llegarían, tenían una cena según lo entendido.
Subí rápidamente a dejar mis cosas.
Hasta que fuera mi turno de cantar, me acerque a conversar con Agus.
Mientras estaba preparando las bebidas me contó su historia con Rebecca.
Él se la quedo viendo y empezó con un..."No sabes cuánto la quiero" y empezó a narrar su historia de principio hasta ahora. Había sido muy divertida la manera de haberle pedido que fuera su novia.
Ella había estado enojada y con engaños la llevo al sótano de la casa de Karina. Se ganó unos cuantos golpes por aquello.
Después de recibir un arañazo él había gritado "Calma fiera, no ves que estas lastimando a este hombre enamorado"
Eso hizo que se detuviera y Agustín le lanzara todo un discurso.
Cuando Rebecca paso por su lado y le dio un inofensivo golpe en la cabeza, Agus lanzo un suspiro profundo, cosa que me hizo reír. Él de verdad estaba enganchado por ella.
—Deja de reírte de este hombre.
—Eres muy tierno.
—Por supuesto, así fue que Rebecca cayó por mí.
—Agus...— advirtió ella.
Ambos siguieron con lo suyo.
Mi cerebro empezó a maquinar y la pregunta salió de mis labios.
—¿Cómo supiste que estabas enamorado?
Aquello lo tomo por sorpresa pero enseguida me lanzo una sonrisa traviesa.— Estás enamorada y creo saber de qué Ruggero. Eres muy sabia Mía, te advierto que es un chico con el sueño profundo, en ocasiones un poco terco pero de ahí un excelente cocinero y un buen ser humano.— agarro su barbilla como si estuviera pensando. Y su mirada se endureció.—Pero te advierto que si lo lastimas se en donde trabajas.
Este hombre estaba loco.
Porque de estar completamente serio soltó una risotada.
—Es broma. Pero no lo lastimes.
—Te has creado una película tú solo. Te hice una pregunta y hablas disparates.
—Es cuestión de tiempo. Pero respondiendo a tu pregunta... ¿cuál era la pregunta?
