El aliento mentolado chocando contra mis labios me hacía dar cuenta de lo que estaba por hacer. El fuerte agarre en mi cintura me daba equilibrio. Cruzo mis brazos por su cuello y lo atraigo hacia mí.
Me levanta del suelo y choco sus labios con los míos. Es una buena sincronización.
-Y... ¡Queda!
Me separo rápidamente.
-Muy bien chicos, excelente Alonso, más te vale ser respetuoso con mi niña.
-Papá.- le digo con un tono de reproche.
Siempre lo hacía, con todos los modelos. El beso del nuevo videoclip queda y yo voy a cambio de vestuario para grabar el final.
Estábamos por terminar grabaciones de mi nueva canción, el videoclip se estrenaba en unos días y yo estaba que saltaba de felicidad.
Javier, es decir papá, era el encargado de todo en mi carrera. Además en estos tres años nuestra relación se había fortalecido. Llevábamos dos años viviendo en Miami. Todo fue repentino, después del amargo video que tuve que ver, me centré mejor en dar todo de mí para que las cosas con la música salieran bien. Y todo resulto de maravilla. Cuando paso un año completo fue mi debut, y ha sido una de las mejores cosas que me pudo haber pasado.
No pensé que a tanta gente le pudiese gustar lo que hago.
Después de eso comenzaron a llegar propuestas, mismas que provocaron que nos mudáramos a Miami. Claro que me dolió dejar a todos. La despedida en México fue muchas lágrimas.
Solo de Giovanna y Tyler no me despedí porque ellos venían conmigo.
Ahora estaba en un buen momento.
Valentina llegaba hoy y ver a mi mejor amiga luego de seis meses, que para mí era una eternidad, era lo mejor de todo.
Hablando de ella, ya tendría que haber llegado.
-Listo cariño, es tu último vestuario. Puedes ir a grabar
-Gracias Emily.
Me levanto con toda la actitud, cosa que es sorprendente porque son cerca de las dos de la mañana.
El productor del video da órdenes y todos nos ponemos en nuestras posiciones.
Cuando vuelvo a tomar un descanso veo que son las tres de la mañana y cuando estoy por suplicar que me dejen ir a dormir, papá viene con mi infaltable dona, señal de que el video por fin está listo.
Es una pequeña costumbre que adquirí.
Le pido que nos vayamos a casa rápido. Apenas tomo mis cosas y salgo como un rayo hacia el cómodo asiento del carro de papá.
Voy cómodamente comiendo mi dona y apenas termino me quedo dormida.
Siento que mueven mi hombro.
-Karol.
Otra vez me sacuden.
-¡Por Dios, que recibimiento es este!
Abro mis ojos al escuchar esa voz. Veo a mi rubia con una falsa sonrisa de indignación.
-Y encima te quedas muda en lugar de abrazarme tonta.
Cruza sus brazos y hace un puchero. Reacciono y me tiro sobre ella. Apenas y el chico de atrás la agarra evitando nuestra caída.
Lo reconozco y también lo abrazo.
-Hola a ti.- me revuelve el cabello.
-Por fin están aquí.
