❝Tu aroma se disipó en el aire, tus mentiras ahora solo son ecos que resuenan en mis oídos, y las huellas de tus dedos, lejos de yacer simplemente en mi piel, ahora solo se aferran con fuerza, quemándome.❞
S E G U N D O L I B R O
Kita Nanami ya n...
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Eunbi se baja del auto, quedándose frente a este. Me sonríe y camina rumbo a su puerta, antes de adentrarse en su casa. Cuando me percato de que está a salvo, en las paredes de su hogar, dejo descansar mi cabeza sobre el respaldo del auto.
El alcohol me está haciendo efecto en el cuerpo, y lo noto porque empiezo a marearme un poco. Saco mi celular de mi bolsillo y busco el número del chico de los consejos menos fiables que conozco, esperando a que responda.
No tarda ni un par de tonos cuando lo escucho respirar al otro lado.
ㅡ¿Te estás divirtiendo como te dije?ㅡ pronuncia con su voz juguetona.
Jalo aire, intentando no hablar entrecortado.
ㅡNo pude, Hyuckㅡ musito, con un hilo en la voz. ㅡNo puedo hacer ni una sola maldita cosa sin pensar en ella. Me sentí mal y le ofrecí a la chica traerla a su casa.
Un suspiro se escucha al otro lado de la línea.
ㅡEntonces vas enserioㅡ comenta. ㅡesa chica te tiene enserioㅡ pasan unos segundos y no respondo, pero mi silencio le dice todo lo que mi boca no le puede comunicar. ㅡDeberías intentar comunicarte con ella y decirle cómo te sientes entonces, Jeno.
Un par de lágrimas ruedan por mis mejillas. Me siento estúpido.
ㅡ¿Debería tomar un maldito vuelo a Tokio e ir a su casa para besarla? No es tan fácil como tú dices, Donghyuck, no puedo hacerlo... No sería capaz después de lo que le hice, cobardemente le entregué una estúpida carta y la dejé esa noche.
ㅡNo, no, espera... Tómate las cosas con calma, ¿si? Yo sé que no es fácil, pero tienes que dejarla ir, mierda. Esa mujer te está matandoㅡ sorbo mi nariz, limpiándome las lágrimas con el dorso de la mano. ㅡYo sé que duele, Jeno, y si no te sientes listo para hacer lo que planeamos, lo entenderé. Pero no esperes que me quede como si nada cuando veo a mi hermano llorar mares por una chica cuando podría estar pasándola bien conmigo.
De nuevo, nos quedamos en silencio.
ㅡEscucha, ya tengo que irme. Estoy pidiendo un taxi rumbo a mi casa, mañana tendré una resaca de mierda y todavía debo ir a trabajar, carajo...ㅡ se ríe para si mismo, lo escucho agitarse conforme camina hacia el transporte. ㅡTe veré mañana.
Cuelgo, aferrando mis manos al volante. Las aprieto tan fuerte que veo mi piel de esa zona pintara más blanca de lo normal. Todavía tengo que conducir a casa de mi madre, pues como todos los años no permitió que me quedara en un hotel por mi cuenta. No sabría cómo presentarme ante ella, con mis ojos llenos de agua y algo ebrio.
Miro por unos instantes el cielo, a través de la ventana del coche. Y suspiro, recordando a la chica que siempre lleva consigo un delicioso olor a vainilla. Casi puedo sentirlo, al momento de cerrar los ojos.
