🅟🅓🅤🅒🅒 〖Vol.Ⅰ〗(Completo)

Capítulo 31

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Ven conmigo, te ayudaré a
salvar las vidas de tu gente
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        Sin importar cuáles fueran las intenciones de Ran Chen, Bai Qingyan solo quería escapar rápidamente en este momento. Ya estaba experimentando oleadas de mareos, y si se demoraba más, se desmayaría. Pero la actitud de Ran Chen era impredecible, y él mismo guardaba el gran secreto de la técnica de cultivo de Yuyao, así que realmente no se atrevía a ser descuidado ni por un momento.

        Se clavó las uñas en la palma de la mano hasta que sangró, solo para mantener la concentración. Apoyándose en el borde de la mesa para sostenerse, Bai Qingyan habló lentamente:

        —Supervisor Ran, después de todo, soy el Príncipe Heredero de Yuyao. En teoría, los prisioneros deberían ser entregados a su emperador de Langye. Si me retiene directamente, ¿no teme que su emperador se enoje?

        —No temo eso. Mi hermano emperador no lo sabrá. Además... no querrás ir al lado de mi hermano emperador. Sería una verdadera lástima si alguien como tú fuera... retenido por él.

        En ese momento, hubo un ruido fuera de la ventana. Long Ye salió silenciosamente, pareciendo detener a alguien afuera. Los ojos de Ran Chen dieron una vuelta, pensando en algo, y sonrió con un significado profundo:

        —Pero el General Ji, ¿estará dispuesto a dejarte ir?

        ¿Por qué mencionaba repentinamente a Ji Ning? Bai Qingyan se sintió aún más confundido y respondió instintivamente:

        —Para el General Ji, no soy más que un enemigo. Cuando estoy frente a él, me desprecia profundamente. Si me fuera, probablemente me olvidaría en un instante.

        —Entonces, ¿estás dispuesto a venir conmigo?

        —...No he dicho eso.

        —Efectivamente, Su Alteza el Príncipe Heredero trata al General Ji de manera diferente a los demás, incluso como prisionero quiere quedarse a su lado. Pero tengo tanta afinidad contigo, te invito sinceramente a venir, y aun así no quieres seguirme.

        Ran Chen suspiró fingiendo tristeza.

        —Déjame adivinar: ¿quizás en tus primeros años te enamoraste de él y aún hoy no puedes olvidarlo?

        —No, nunca he tenido ningún sentimiento de amor por él, y mucho menos hay viejos sentimientos de los que hablar.

        —¿Es realmente así? Entonces, ¿por qué Su Alteza buscó la muerte por él y se arrodilló ante él durante tanto tiempo?

        ¿Por qué? Bai Qingyan casi dejó escapar que fue para suplicarle que perdonara la vida de la gente de Yuyao. Pero inmediatamente se detuvo, con un sudor frío recorriéndole la espalda: si no había viejos sentimientos, ¿cómo podía esperar que Ji Ning se apiadara solo porque Bai Qingyan sacrificara su vida? Hay que saber que en tiempos de guerra, lo más barato es la vida humana.

        Este Ran Chen era realmente demasiado astuto, cada frase tenía un significado profundo, cada paso era una trampa, y con el más mínimo descuido, uno caería en sus redes. Bai Qingyan se esforzó por mantener la calma y dijo:

        —Por supuesto, solo porque él es el general. Me arrodillé ante el cargo, no ante la persona. No me importa en absoluto si es Ji Ning o no. Si fueras tú el general, Supervisor Ran, te suplicaría de la misma manera.

        —Entonces, si pudiera satisfacer tus demandas, ¿estarías igualmente dispuesto a seguirme, no es así?

        Bai Qingyan se quedó sin palabras por un momento. Lo que había dicho antes era solo para desvincularse completamente de Ji Ning y evitar dejar problemas futuros. Pero Ran Chen no le permitía cambiar de tema en absoluto, lo que lo hacía sentir aún más incómodo. Mientras Bai Qingyan consideraba cómo responder, Ran Chen continuó:

        —Si Su Alteza me sigue, sin mencionar nada más, puedo garantizar la vida de todas esas mujeres y niños de Yuyao que están afuera.

        Bai Qingyan levantó la cabeza bruscamente. Preguntó incrédulo:

        —¡Supervisor Ran! ¿No dijiste la última vez que...

        —La última vez fue la última vez, esta vez es esta vez. La próxima vez, bueno, será la próxima vez. Su Alteza, cuando llegue la próxima vez, puede que ya no esté dispuesto. Así que esta vez, ¿aceptas o no?