🅟🅓🅤🅒🅒 〖Vol.Ⅰ〗(Completo)

Capítulo 78

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Él, Bai Qingyan,
¿Volverá a despertar?
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        Con manos temblorosas, Ji Ning recibió a la persona completamente empapada en sangre, su corazón latiendo con fuerza, haciendo que sus oídos zumbaran.

        ¿Cómo era posible que esta persona tuviera tantas heridas sangrantes por todo el cuerpo? No, no podía ser... Ayer cuando se separaron, esta persona todavía lo había hecho enojar hasta temblar... No podía ser... Bai Qingyan...

        Sus manos tocaron el cabello de esa persona, húmedo y rojo en la palma. Con los dedos rígidos, Ji Ning levantó lentamente el rostro de esa persona.

       Estaba cubierto de sangre, pero... pero este no era... ¡Este no era Bai Qingyan! No era él. No era esa persona. Esa persona no había muerto, no era él, no... ¿Bai Qingyan? ¿Dónde está Bai Qingyan?

        —¡General Ji! ¡General Ji! ¡General Ji, ¿qué le pasa?!

        Fue solo entonces que el llamado de Long Ye finalmente llegó a sus oídos. Ji Ning levantó la cabeza desconcertado, encontrándose con la mirada de Long Ye. Long Ye contuvo el aliento, su rostro normalmente inexpresivo lleno de conmoción.

        Fue entonces cuando Ji Ning se dio cuenta de que en algún momento se había arrodillado en el suelo. Su corazón seguía latiendo rápidamente, y sentía la boca llena de arenilla. Cuando habló, su voz ya estaba completamente ronca por el fuego ardiente en su garganta.

        —Estoy bien.

        Aunque su voz estaba ronca, Ji Ning mantuvo una expresión normal. Solo él sabía cuánto le temblaban las piernas.

        —Lleva rápidamente a Wang Wan para que reciba tratamiento.

        Mientras hablaba, Ji Ning devolvió a Long Ye la persona ensangrentada que tenía en brazos.

        —¿Fue un ataque de los lobos de las nieves? ¿Hay alguien más herido?

        —General Ji...

        —¿Qué?

        Mientras hablaba, Ji Ning se puso de pie. Pero inesperadamente, sus pies tropezaron y casi se cae. Long Ye, con reflejos rápidos, lo sostuvo rápidamente.

        —General Ji... hermano Ji. —La voz de Long Ye era muy baja—: ¿Estás realmente bien?

        Ji Ning asintió, sin decir una palabra más a Long Ye. Se dió la vuelta para irse, tenía que encontrar rápidamente a Bai Qingyan. Más no esperaba ser detenido por alguien. Al mirar, vio que Long Ye tenía una mano en su hombro, y extendió la otra mano y señaló a un lado.

        —Hermano, si quieres buscar al Príncipe Heredero de Yuyao, está por allá.

        Ji Ning asintió y se dirigió en esa dirección.

        En el momento en que vio a Bai Qingyan, la sensación de debilidad en las piernas regresó. Mirando a esa persona ensangrentada, Ji Ning solo sintió un dolor punzante en el pecho.