🅟🅓🅤🅒🅒 〖Vol.Ⅰ〗(Completo)

Capítulo 47

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¿Por qué miras fijamente
a mi persona?
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        Bai Qingyan no sabía cuánto tiempo había pasado cuando finalmente despertó de su desmayo. Al abrir los ojos, descubrió que varios soldados estaban moviendo mesas y sillas en la habitación, haciendo un alboroto por razones desconocidas.

        —¿Qué están haciendo?

        Solo Bai Qingyan pudo escuchar su propia pregunta. Su garganta estaba tan ronca que no podía emitir sonido alguno. Lo intentó de nuevo, pero no pudo forzar ni una palabra, solo aumentando el dolor. Sin embargo, curiosamente, uno de los soldados parecía haber estado pendiente de él, y al verlo moverse, se acercó rápidamente.

        —¿Su Alteza? Ha despertado.

        Bai Qingyan frunció el ceño por un momento antes de darse cuenta de que este hombre era el guardia de la jaula anterior. ¿Cómo se llamaba?

        —Soy Wang Wan. —Dijo el hombre, pareciendo un poco decepcionado. Se presentó—: He estado ayudando aquí durante tres días. Pero en estos tres días, siempre que venía, Su Alteza estaba dormido, así que no pude encontrarme con usted.

        Sus palabras estaban llenas de familiaridad, pero Bai Qingyan no le prestó atención. Lentamente giró la cabeza, mirando alrededor, y notó que la habitación estaba casi vacía. Wang Wan explicó:

        —Estamos a punto de levantar el campamento. Volveremos a Langye de inmediato.

        ¿Levantar el campamento? Bai Qingyan se quedó atónito y preguntó:

        —¿Cuánto tiempo he estado aquí?

        —Su Alteza, este es el cuarto día desde que dejó esa jaula.

        Bai Qingyan se sobresaltó. ¿Cómo pudo haber dormido durante tres días? ¿Y qué pasaba afuera?

        Se inclinó hacia adelante, agarrando la manga de Wang Wan, y preguntó ansiosamente:

        —¿Cómo está la situación en las jaulas afuera? Mi gente de Yuyao, ¿aún hay alguien muriendo de hambre o frío?

        Por alguna razón, el rostro de Wang Wan se sonrojó repentinamente. Tragó saliva antes de decir en voz baja:

        —El General Ji va a verlos tres o cuatro veces al día, ¿quién se atrevería a no alimentarlos bien? Incluso los otros guardias se quejan, diciendo que eran esclavos de un reino derrotado, pero ahora están siendo tratados como reyes. Tienen comida, bebida, ropa y mantas, viviendo incluso mejor que nuestra gente de Langye. Por supuesto, yo no tengo objeciones. Sin importar lo demás, hay que considerar el estatus de Su Alteza... —Hizo una pausa y añadió cuidadosamente—: Hablando de eso, Su Alteza, parece que tiene una relación muy cercana con nuestro General Ji, ¿no es así?

        Aunque sus palabras fueron suaves, el significado era claro. Para Bai Qingyan, fue como un trueno en sus oídos: si incluso este simple guardia sabía sobre su humillación, ¿quién más no lo sabría?

        Este pensamiento era erróneo. Después de todo, Wang Wan era diferente de los otros guardias; había visto a Ji Ning abrazar a Bai Qingyan en la jaula dos veces, y su actitud no podía engañar a nadie. Además, había presenciado todo el contexto. Teniendo un interés especial en Bai Qingyan, naturalmente había adivinado algo.

        Pero Bai Qingyan no podía pensar en todo esto en ese momento. Se sintió profundamente conmocionado, y su rostro ya pálido perdió el poco color que le quedaba.

        Era naturalmente hermoso y elegante, y ahora, en su estado demacrado, mostraba una belleza diferente. Wang Wan contuvo la respiración y tragó saliva nuevamente.

        —Los que reconocen la situación son héroes. Su Alteza, no necesita estar así. Yuyao finalmente ha caído, y aunque usted sigue siendo un príncipe, eso ya no significa nada. Uno tiene que seguir viviendo, ¿no?

        Las palabras que Wang Wan consideraba reconfortantes casi llevaron a Bai Qingyan al borde del abismo. Los labios de Bai Qingyan temblaban, y después de un momento de contención, preguntó con tristeza:

        —¿Cuándo partiremos?

        —Mañana al amanecer.

        —La gente de Yuyao, ¿serán liberados aquí o los llevarán con ustedes?

        —Originalmente se dijo que serían ejecutados en el acto. Pero hace unos días, el General Ji cambió las órdenes, diciendo que todos serían llevados de vuelta a Langye. No sé por qué razón.

        Las palabras “ejecutados en el acto” habían pasado por la mente de Bai Qingyan muchas veces. Aunque sabía que era poco probable que los liberaran, cuando hizo la pregunta, instintivamente evitó esa posibilidad. Sin embargo, no esperaba que Ji Ning quisiera llevarse a todos los cientos de personas de Yuyao.

        Hay que entender que Langye no carecía de mano de obra, y la captura de mujeres y niños solo satisfacía el deseo privado de los oficiales y soldados de tener esclavos. Por lo tanto, después de que los prisioneros de guerra eran seleccionados, los restantes generalmente eran ejecutados. Esta vez, sin embargo, todos los prisioneros serían llevados de vuelta a Langye. ¿Por qué?

        Mientras Bai Qingyan bajaba la cabeza para pensar, Wang Wan se quedó mirándolo fijamente. Ninguno de los dos notó que Ji Ning había entrado a grandes zancadas en la habitación, hasta que se escuchó una reprimenda molesta:

        —¿Por qué no vas a mover cosas y te quedas mirando fijamente a mi persona?

        Diciendo esto, de una patada alejó a Wang Wan y se sentó frente a Bai Qingyan. Sus ojos estaban fijos en Bai Qingyan, sin saber qué pensar, y no habló por un largo rato.