Oscura Noche

Epílogo

Después de un par de meses y de buscar a Dante por dos continentes, decidí ir de nuevo a Italia, para la boda de Alyssa y Jeremiah.

Toqué la puerta de la que fue mi casa, ahí estaba la mujer que pronto se casaría. Después de la muerte de Mary Elizabeth, Aly y yo nos hicimos bastante cercanos, el dolor por la pérdida nos unía, pero no solamente fue eso, años después entendí el motivo.

—Stephano—pronunció al verme cuando abrió la puerta—Pasa—me abrazó. Fue algo efusiva, así que algo no andaba bien, quizás eran los nervios de la boda.

— ¿Te pasa algo?

Asintió

Cerró la puerta, me tomó del brazo con fuerza y me llevó a la sala de estar.

—Deberías sentarte

Sin duda, algo pasaba

— ¿Qué es lo que sucede? —me senté en el sofá que estaba frente a mí

—Tuve una visión del día de mi boda.

La miré fijamente

Lágrimas comenzaron a rodar por su mejilla

—Alguien matará a Jeremiah. No puedes permitir que eso suceda.

— ¿Viste quien fue?

Negó con la cabeza

—No pude ver quién era, pero será un hombre

Se sentó a un lado de mí

—Esto me ha vuelto loca por semanas. Temo que llegue el día de la boda. Por favor, ayúdame para que eso no suceda. Jeremiah tiene que ver a sus hijos nacer y crecer. No puedo hacerlo sola.

Entonces, lo supe, le preocupaba que le pasara algo a él, porque ella estaba embarazada.

— ¿Tendrás un hijo de él?

—En realidad, todavía no sé el sexo del bebé. Tengo dos meses

La tomé de las manos

—Descuida eso no pasará.

Ella sonrió esperanzada.

—Gracias

Escuchamos como abrieron la puerta principal y vimos a Jeremiah pasar. Se detuvo al ver que estaba sentado con Alyssa. Reaccionó sorprendido.

—Pensé que llegarías hasta mañana—me abrazó

—Algo me dijo que llegara antes.

— ¿Pasa algo? —preguntó al vernos a mí y a su casi esposa

—No—negó ella

—Son sólo los nervios y las ansias por el gran día. Seguramente tú debes de estar igual. ¿Qué te parece si vamos a un bar y nos tomamos unas cervezas? Será como tu despedida de soltero.

—Me parece perfecto. Lo encaminé a la puerta.

—Regresamos en unas horas—le dije a Alyssa

Asintió

Nos fuimos al bar más cercano, por fortuna la casa estaba en una buena ubicación y nos pudimos ir caminando.

— ¿Cómo han estado las cosas por aquí? —le pregunté de camino

— Bastante tranquilas. Con el dinero de la venta de la casa de mi padre, invertí en varios negocios y pude arreglar el instituto para que vuelva a ser lo que era. Todos estos años ese edificio estuvo abandonado y no es justo que ese gran proyecto que tuvo mi madre se desperdicie. Podremos enseñarles a las nuevas generaciones que no están solos en esto y que la magia es buena junto con nuestros dones.