ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 5

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Estaba nervioso, mamá y Viktor me miraban atentamente pero más Viktor.

—Por que él está cansado..

En ese momento me sentí un asco de persona, vi cómo él se paraba para pasar sus manos sobre mis hombros y besarme la cabeza, al sentirlo me entraron unas ganas de llorar, lo odio tanto y también me odio a mí mismo.

—Yo estoy cansado. Sentí como mí voz se arrastraba por mi garganta para salir. Sus asquerosas manos pasan por abajo de mis hombros para alzarme, me duele saber que mamá solo me ve como un pequeño niño que necesita el cariño de su hermano mayor, me duele saber que no puedo decirlo por miedo pero ya estoy cansado de intentarlo de nuevo.
Apreté mis puños y me quedé en silencio, quería salir de está casa y respirar el bonito aire fresco. Me dolía la cabeza y me sentía mareado siempre, sentía mi cuerpo más pesado de lo normal y siempre tenía mucho sueño, por alguna razón el aroma de Viktor me daba asco, hasta tal punto de querer vomitar.

[...]

—Liam ya me voy.

Me pare para acercarme a mamá, Viktor no estaba en la sala así que puedo decirle..quiero hacer el último intento, mis manos estaban temblando y mi voz no quería salir, tenía tanto miedo. ¿Cómo reaccionaría?, ¿Me alejará del daño que provoca Viktor?.

—Ma.. mamá, hay algo que quiero hablar... es Viktor.

Mis nervios estaban tomando el control sobre mí, divague un poco pero me mordi el labio y suspiré.

—Él me lástima... mamá él me hace daño, no quiero estar solo, tengo miedo mamá. Tomé de sus manos asustado, mirando hacía atrás para ver qué no esté, miré nuevamente a mamá y ella sólo sonrió y lo que dijo me rompió el corazón.

—Lo sé, pero Viktor tiene sus razones...por alguna razón te lástima, capaz anduviste de puta por ahí.

Lo miré asustado, ¿Cómo puede decir eso?, su cara cambio tomándome de las muñecas con fuerza.. ella no es mi mami, ¿Dónde está mi mami?. Ella nunca hablaría así, mis ojos picaban para luego llenarse en un mar de lágrimas y me intenté soltar de su agarré pero lo que dijo me hizo sentir mal, demasiado mal.

—Sólo eres alguien para satifacer a Viktor...¿Por qué piensas que te adoptamos?.

Me soltó empujándome y salió de la casa, no podía creer que mi mamá, la mujer que me dijo que está sería mí nueva familia y me dio cariño cuándo lo perdí, me pare y fui corriendo a mi habitación para encerrarme. ¿Por qué dijo que me amaba?, ¿por qué me trató tan bien?...por qué simuló que me amaba como un hijo cuándo no era así.
Escuché pasos y luego alguien intentando abrir la puerta, fui corriendo hacia la cama y me tapé con las frazadas cómo un niño asustado, soy un niño asustado.

—¡Vete!....¡Eres malo! ¡Muy malo!. Sabía de quién se trataba, podía sentir sus ojos llenó de furia en mí, tapé mis oídos al escuchar los golpes y patadas en la puerta, aguante la respiración al escuchar la puerta ser abierta de golpe. Podía sentir su feo aroma teniendo ganas de vomitar.

—¿Qué dijiste?.

No pude llegar a hablar cuándo fui jalado del tobillo y destapado, sus grandes manos no dudaron el golpearme muchas veces la cara, chille por el dolor pero luego me apretó fuertemente mi cuello.
Rasguños, jadeos, lágrimas y piedad salían de mí, sus manos estaban levemente arañadas pero no sé detenía, mi corazón comenzaba a dejar de latir fuerte cómo antes, mis lágrimas ya no salían y cuándo estaba por cerrar los ojos me soltó y sin esperar un segundo tomé grandes bocanadas de aire arrastrándome fuera de sus manos, fuera de la persona que me daba pesadillas todos los días a cualquier hora. Fui jalado nuevamente pero él comenzó a subir a la cama, se puso adelante de mí, sus piernas estaban en mi cara y con la vista nublada veo hacía otro lado, me dolía la garganta y mi cabeza daba vueltas, me dolía lo que dijo mamá y sentía un leve zumbido en mis oídos pero reconocía ese sonido, lo reconocía desde lejos... desabrochó su cinturón.

[...]

No sé cuánto tiempo lleva así, de su boca salían jadeos mientras sus manos de movían rápidamente sobré su..ni siquiera quiero imaginarlo. Volví a sentir otro golpe en mi cara haciéndome salir de mis pensamientos, mis ojos dolían al igual que mis mejillas y labios.

—N-no más...por favor...te lo ruego amo.

Me cubrí torpemente mi cara, ¿Adivinen quién volvió a ser golpeado?, Sentí un líquido caliente en mi cara y un gruñido de su parte, cerré los ojos al sentir su mano expandir esa cosa viscosa por toda mi cara y cuello.

—¿De quién eres?. Apretó fuertemente mis mejillas haciéndome llorar nuevamente del dolor, pero está vez no había lágrimas, sólo la cara de un niño asustado y sintiéndose culpable por haber nacido.

—Mo..a-amo, pertenezco a amo.

—Bien..¿Por qué no siempre fue así desde el principio?.

Se bajó de mi cama, ni siquiera sé si ahora llamarlo así, sus grandes manos tomaron sin cuidado mis muñecas para atarlas hacia el respaldo de la cama, su cinturón apretaba bastante fuete y podía sentir palpitar mis manos debajo de esté, él se fue dejándome como si nada, cómo si me gustaría estar así.

—Sólo tengo siete años..sólo siete años..¿Es mucho pedir tener una bonita familia feliz?.

Hablé conmigo mismo llorando, lo único que podía hacer era llorar. Me dolía el pecho, cómo si algo se rompió pero no sé que es, cerré los ojos y me dispuse a dormir a pesar del dolor que tenía, ya no quería despertar.

[...]

Al despertar un horrible dolor se instaló en todo mi cuerpo haciéndome soltar un leve quejido, me removí incómodo y grande fue la sorpresa al no escuchar nada, me encontré con la casa en silencio, cómo si no hubiera nadie y sólo estoy yo, tenía miedo, mucho miedo de llamarlo pero lo hice.

—Amo...

Un dolor se instaló en mi garganta, el llamado salió apenas audible que de seguro no escucho. Me asusté al verlo, recordé lo que hizo, los sonidos que salían de sus labios se escuchaba cómo ecos en mi cabeza.

¿Que carajos quieres?, No estoy de humor así que habla rápido.

—Ba-baño. Fue lo primero que se me vino a la cabeza, de seguro se molestará si le digo que me suelte y no quiero volver a ser golpeado. Me desató y me cargo hasta ir al baño, con su brazo derecho me abrazo desde el pecho y con su otra mano la metió dentro de mi pantalón sacando mi diminuta cosa, ésto a veces se repetía pero odio aceptarlo como si fuera algo que ya es costumbre de hacer.

—¿Que te parece un baño?, no me gusta verte todo asqueroso.

Sólo asentí, con suavidad me sentó en un pequeño banquito que había ahí, me desvistió y beso mis manos para después ir hacía la bañera y abrir las canillas del grifo. Me cargo y me depósito de la misma manera con la que fue hace rato, con suavidad, la bañera tenía una hermosa agua templada, mojó mi cara limpiando todo rastro, sus manos comenzaron a masajear mi cabeza que no tardando en llegar espuma y yo sólo me disponía a ver mis muñecas, estaban hinchadas y de un color morado.

—Cariño cierra los ojos, no quiero que te entre espuma.

Le hice caso, sus caricias no me daban miedo pero si lo odiaba, el agua cayó por mi cara llevándose rastros de lágrimas, ¿Por qué hace esto?.
Luego de bañarme se encontraba secando mi cabello ambos sentados en su cama, una vez ya secó me abrazó y comenzó a hablar mientras me daba suaves caricias, besos en la cabeza e incluso me puso dibujos animados que no tardó mucho en que presté demasiada atención a la pantalla. Su aroma era sumamente un asco, sus caricias, besos hasta él eran un asco, toda esta familia era un asco.

—Omega mañana volverás solo del colegio.

Sólo asentí, ni siquiera sabía que era omega, en mi escuela nunca hablaron de eso y él no me quiere decir. ¿Omega?, sonreí con burla al escuchar lo patético que suena, sus caricias me empezaron a dar sueño, poco a poco deje de prestarle atención a los dibujitos y cada vez caía más en volver a dormir. ¿Por qué me tratas tan bien ahora?, ¿Olvidaste los que me hiciste?..¿En estos momentos así se siente tener un hermano?.
Quisiera dormir para jamás despertar.

>>———<<

Holaa, se que desaparecí nuevamente pero acá estoy y con un nuevo capítulo.
¿Que les pareció el cambio repentino de Viktor?

Secuestrado Por El Jefe De MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora