ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 35

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Quién diría que la rutina de muchos años se volvería a repetir.
Era un lunes a la mañana y me encontraba desayunando en la cocina, la televisión reproducía la música que había elegido para subirme un poco el ánimo. Hoy me llevaría Alexey al colegio y la verdad es algo incómodo por lo que sucedió hace unos días en mi cumpleaños. ¿Dieciséis?, Quién lo diría.

—¿Ya estás listo?.

Llevé una cucharada de cereal a mi boca y miré como bajaba Alexey con su traje negro, traje que hace años no veía. Deje mi cereal a mitad de terminar y tomé mi mochila asintiendo a su pregunta, me acomode el uniforme que era algo incómodo.

—Si, ¿Noha no lloró?.

—Para nada, estaba muy contenta de quedarse con tú padre...

Al salir de la casa subimos al auto en camino al colegio, el silencio no se hizo esperar y sabía que él quería hablar de algo que ya lo veía venir.

—Liam, cariño. Hoy no puedo venir a buscarte cuando salgas del colegio, tengo trabajo y tal vez regresé en la noche..lo siento pero prometo que mañana estaré para ti.

—No hay problema, espero que te vaya bien hoy.

No tengo el derecho de decirle que se quedé conmigo, de preguntar por qué trabaja tanto o que si me volverá a dejar solo en la casa. Aunque ya sabía que iba a decir eso esperaba que no lo dijera. Por la ventana de veía a los chicos con el mismo uniforme que yo caminar por la vereda y a los pocos metros se podía ver la escuela. Los nervios empezaron aparecer pero aún así me arme de valor para salir del auto una vez estacionado, apreté las tiras de mi mochila y me di vuelta para ver a Alexey.

—¿En qué salón estaba?.

Lo que dije apenas salió, mi voz era temblorosa y un poco baja por los nervios.

—4B, ese es tu salón. Si algo pasa llámame, tus hermanos también están en este colegio.

Asentí y estire mi mano para agarrar el dinero que me daba, era mucha cantidad pero antes de poder hablar sonó el timbre de la escuela dándome el primer susto del día.

—A-adiós~.

Me despedí y él arranco el auto para irse a una velocidad muy alta, me gire nuevamente y miré la entrada del colegio, la multitud de personas intentando entrar algo apurados.
La única persona que estaba parado ahí era yo, no recuerdo mucho cuándo fue la última vez que ingresé a una escuela, en verdad no era el mejor estudiante pero ahora es muy diferente.

—No puedo..

Di un paso atrás, ¿Que haré si me empiezan a molestar?, ¿Si lo arruinó en mi primer día? O incluso si me chocó con alguien y esa persona se molesta y luego todo se va a la mierda.
Miré para atrás y ya ni había nadie más afuera que yo, Alexey no estaba y no me se el camino a casa, no conozco la ciudad en lo absoluto.

«No puedo dar marcha atrás ahora, fueron tantos meses que moleste a Alexey para ir a una escuela y ahora no puedo decir que no».

Respiré profundo empezando a caminar con los nervios a mim hasta que cruce las puertas, el pasillo era muy básico, incluso hasta podría dar miedo, parecía un hospital pero con los colores del uniforme, azul y blanco. Busqué con la mirada el número de mi salón pero la escuela era muy grande, luego de unos segundos de caminar pude encontrar el salón que me corresponde.

—Hola bienvenido, por favor pasa.

El profesor me invitó a entrar en el salón y la atención fue toda para mí, lentamente entré y muchas feromonas qparecieron, algunas dulces, amargas o incluso a naturaleza. Lentamente entré a la clase y me senté en el único asiento que estaba libre al lado de un chico que parecía el típico nerd de la clase.

Secuestrado Por El Jefe De MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora