Secuestrado Por El Jefe De Mafia

capítulo 45

¿Dos meses?, ¿En verdad?.
¿Cómo haré para demostrar lo que siento en dos meses?.

-Vuelve al auto.

-No.

-Liam detesto que te comportes así.

En verdad si estaba cansado y Liam no ayudaba, desde hace mucho tiempo que no puedo hablar correctamente con Liam por qué siempre me lleva la contraria.

-Ya no soy un niño.

-¿Por qué dices eso?, Solo entra al auto.

Me desespera que no colabore, quiero que colabore pero no ayuda y mi paciencia no aguanta.

-Por que ya no voy a obedecer.

-Liam.

-No.

Cada paso que hago Liam retrocedía el doble adentrando sus pies a las orillas del mar.

-Tu condición empeorará si sigues así.

-Espero que sí.

-Omega.

-¡DEJA DE NOMBRARLO!.

Creó que..Liam sabe cómo hacerme perder la paciencia.

-¡Bien!. ¿Puedes entrar al auto, por favor?.

Estaba inquieto y sus manos lo delata, parecía ansioso por hacer algo hasta que lo hizo.
Empezó a correr en dirección del mar y rápidamente el agua lo iba tapando, fui tras él, con desesperación por poder sacarlo de ahí, el agua iba enfriando mi cuerpo pero no era excusa, si para mi estaba muy fría para Liam es el doble.

-¿¡Eres estúpido!?.

Lo arrojé -sin medir mi fuerza- fuera del mar una vez que estábamos en la orilla.

-¡Dime!.

Su cuerpo temblaba mientras abrazaba su costilla por el frío, no me respondió, solamente me observaba con odio y sentía que también con dolor.

-Vamos al auto.

Agarre su brazo levantando su cuerpo de la arena y me dirigí al auto. Cuándo abrí la puerta del auto Liam intentaba huir de nuevo.

-Ya detente.

Lo empuje y cerré la puerta de un golpe, entre en el auto del lado del piloto y empecé a conducir otra vez.

-¿Está bien la calefacción?.

Mientras conducía intentaba ajustar la calefacción para que le de calor a Liam.

-Es la cosa más estúpida que hiciste.

Hablé, estaba muy enojado con él y con su comportamiento de mierda.

-¿En qué carajos pensabas?, Estamos en invierno Liam, ¡Invierno!.

Observando ambos lados y ver libre las calles empecé a saltarme los semáforos en rojos.

-Pero no, tú y tu estúpido comportamiento deciden meterse en el mar.

-L-la velocidad..

-¿Estás escuchando lo que te digo?.

Desvié la mirada del camino para verlo a él y su brazo aún seguía apretando el costado de su costilla.

-¡Alexey!.

Miré rápidamente el camino y frene de golpe al ver autos pasar frente a nosotros. La respiración agitada de Liam era lo único que se escuchaba en el auto.
Suspiré en silencio y una vez el semáforo en verde puse en marcha el auto.