ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 33

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Una mueca se posó en mis labios, con molestía y curiosidad me giré lentamente dejando caer el arma a un lado y levantando los brazos viendo que no tenía ninguna oportunidad de atacar pero al ver aquella persona adelante de mí apuntándome con el arma me hizo sonreír ladino.

—¿Es divertido estar jugando conmigo?.

Mis pies se movieron solo dando un paso adelante y luego otro para bajar la mirada así verlo a la cara por qué su pequeño cuerpo es muy diferente al mío. Me incliné levemente y deje un beso en su mejilla, mis grandes manos tomaron aquella pequeña cadera y aumentando el agarre para alzarlo, miré detalladamente sus llamativos ojos que deslumbraba con sus largar pestañas.

—¿Soy tu enemigo?.

Mis labios rozaron los suyos haciendo un leve cosquilleo al hablar, mis ojos no dejaban de mirar la belleza de su ser, sus ojos brillaban, sus mejillas levemente rojas y su pequeña boca rodada eran aprisionadas por sus dientes que tienen una leve separación. Todo de el brillaba, su belleza, sus muslos gorditos y incluso su aroma eran bellos.

—No lo sé...

Sonreí al escuchar cómo soltaba un suspiro pesado acompañado de esa palabra, su mirada bajo para mirar mis labios por unos segundos y luego me miró con molestia.

—Bajame idiota.

No pude evitar soltar una carcajada al ver cómo intentaba disimular su sonrojo pero hice lo que dijo, lentamente lo baje y lo miré por unos segundos con una leve sonrisa al ver lo inocente que se veía, tan pequeño y con carita de angel que ablandaba el corazón a cualquiera pero el mío, no después de lo que hizo.

—¿Por qué te quitaste la remera? no, ¿sabés lo mucho que me asusté ver la puerta de la casa abierta con la música fuerte y ver tu remera tirada en la entrada?. Liam no lo vuelvas hacer...dame eso.

Con molestía le quite el arma en sus manos y a pesar de no querer hacerlo un gruñido salió por mi garganta al saber que lo pude haber lastimado.

—¿Te pusiste a pensar que hubiera pasado si te lastimaba o por reflejo te disparaba?. Liam esto no es un juego, ¡no es un juego Liam!.

Tomé sus hombros de forma violenta y lo sacudí con brusquedad, tan solo pensar que lo lastime de nuevo hace que mis sentidos se pongan en alerta y un amargo sabor aparezca en mis labios.

—No juegues conmigo.

Lo solté con suavidad mirándolo desde arriba, tan pequeño, sus pequeños hombros, su pecho y el color rosa pálido de sus pezones resaltaba mucho en su pálida piel, su abdomen delgado y el llamativo leve bello que comenzaba a crecer bajo su ombligo me obligaba a querer tocarlo, descubrir si más abajo tenía aún más, si eran suaves como su piel y escucharlo decir mi nombre cuándo mi lengua dejé un camino en su abdomen hasta aquellos rosados y pequeños pezones.

—Omega, vete.

Me cubrí los ojos y me di vuelta al saber que imágenes sobre él aparecían en mi mente, su boca levemente abierta para recuperar el aire y sudor caer por su frente por el calor que sentía todo su cuerpo. Joder..

⟨⟨Omega..⟩⟩.

Un gruñido se escapó de mis labios al imaginar aquella escena pero apreté mis manos y intenté suprimir los deseos de mi lobo. Me volteo a ver a Liam pero sus ojos me miraban fijamente mientras el ambiente se sentía pesado, su aroma de miedo se sentía en todo el lugar pero me di cuenta que por mi culpa libero sus feromonas, por que mi lobo estaba liberando feromonas de excitación.

Secuestrado Por El Jefe De MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora