ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 15

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Nos encontrabamos comiendo en silencio en la enorme mesa, sentía la mirada de ambos mayores en mí. Una de preocupación y otra de tristeza, me agarre de nuevo el pecho por no sé cuántas veces en el día pero está vez fue muy fuerte.

—M-me duele..

Me retorcí en la silla en un intento de parar el dolor pero después todo empezó a sonar muy alejado.

—Duele ah..

Mis ojos picaban por mis lágrimas, lo único que podía escuchar eran los latidos de mi propio corazón y gritos a lo lejano.

Narra Alexey:

Me sentía completamente mal al ver a mi omega sufrir por mi culpa, sus ojos, labios y incluso cuerpo se veían sumamente lindos pero no es la lindura que yo quería ver en él, no veo la sonrisa que siempre me dedicaba desde el día que lo conocí. No veo la inocencia de un niño, no veo felicidad que un niño debía tener. Solo veo dolor en él, dolor que yo provoque.

—Omega..

Caminé hacía él para ponerme a su altura y tocar sus delicados hombros, se veía sumamente asustado provocando que me sienta una jodida mierda.

—Liam, Liam mírame..mírame, eso es bebé. Respira conmigo inhala, exhala.

Sus grandes ojos como el día y la noche se posaron en mí, lo ayude a mejorar su respiración y vi que ayudaba pero sus ojitos se llenaron de lágrimas y me apartó de él. Me levanté y lo miré con tristeza, él tomó su conejo que un día le regale pidiendo disculpas, esa disculpa que no cambio nada por qué lo empeoré.

—¡Te dije que no me toques!.

Baje la mirada a la altura de mi abdomen para verlo, sus golpes que iban directo hacia mi no me daba dolor pero si sus lágrimas.

—Solo..solo quería ayudarte omega.

—¡No soy tu omega! Tu ayuda me mata...me estas matando.

Sus ojos cubierto de lágrimas y en la forma en que me lo dijo tuve que retroceder, sí, tengo miedo a que me odie y lo está haciendo. Me está odiando con mucho resentimiento.

—Te odio.

Bajé mi cabeza con dolor, su tierna voz había desaparecido, su timidez y nerviosismo ya no estaban. Ya no estaba el niño que conocí.

☁️

Me encontraba frente de la puerta de su habitación y cuándo iba a entrar escuché su delicada voz hablar, esa era la única habitación que se podía oír por sus paredes delgadas.

—¿Que pasa gugu?, ah verás. Alexey..tu pap..tío tu tío Alexey no se siente muy bien que digamos

Baje mi mano que se encontraba alzada para golpear su puerta y baje la mirada hacia mis pies para seguir escuchando su pequeña charla. Me sentí una jodida mierda cuando le dije que yo no tenía un hijo con él, que deje ser tan infantil al hablar con un estúpido peluche y tratarlo como si fuera su hijo.

—¿Qué?, No..fue mi culpa verás...

Puse mi mano en el picaporte y comencé abrir la puerta de a poco pero todo mi orgullo bajo al escuchar lo que dijo.

—Esto es estúpido, ya no soy un niño.

—Oye, ¿Por qué lo tiras?.

Comencé a caminar dentro de la habitación para agarrar al peluche de conejo que estaba tirado en el suelo, lo levanté y me puse al lado de él. Sus pies ya llegaban a tocar el suelo, ya había crecido y su pequeño cuerpo estaba en la orilla de la cama sentado, su piel estaba de un color amarillento y sus ojeras muy marcadas bajo sus bonitos ojos.

—¿Que quieres para navidad?.

Me senté a su lado pero manteniendo un poco mi distancia, faltaba unos días para navidad y ya tenía algo para regalarle pero quería saber si quería algo distinto.

—Si es que llego.

Habló de una manera tan fría que me hizo dar escalofríos.

—No digas eso pequeño, claro que llegarás, no morirás..confía en mí.

Aunque dije eso, no sabía que hacer. Ni siquiera sé si es verdad de lo que dije, si tan solo no lo hubiera rechazado, no. Si tan solo no lo hubiera tratado tan mal.

—Cuándo confíe nuevamente en ti me violaste.

Baje la mirada al recordar eso, todo por la culpa de mi estúpidos celos por el profesor. Titubeó un poco al no saber que decir pero él se me adelantó.

—Vete..no te quiero ver.

Miré al peluche que el nombró gugu y me levanté para dejarlo con sumo cuidado en la cama y irme. Al cruzar la puerta mordí mi labio y lágrimas rebolsaron de mis ojos, me dirigí a mi habitación para encerrarme nuevamente en ella.

—Se suspende el viaje.

Sin más corte la llamada y me agarré mi cabeza frustrado sin saber que hacer. Para navidad le iba a regalar un perrito como Can, del mismo color y la misma raza pero...ni siquiera sé por qué mate a mi compañero del alma.

[...]

Ya era de madrugada y en ningún momento deje la habitación, tampoco fui a cenar. Cerré mis ojos rendido en un intento de dormir pero la puerta se abrió con sumo silencio y el amargo aroma de Liam llegó a mi, un aroma que desde un principio no pude prestarle atención.

Narra Liam:

Con mis pies descalzos caminé por los largos pasillos decidido a lo que iba hacer, abrí la puerta y fui directamente al retrato de la estatua y luego la moví para dejar a mi vista distintas armas. Tomé una y le puse un silenciador y salí de ahí para comenzar a caminar a pasos apresurados, olfateó por el aire y doy a la habitación de mi víctima.
Al entrar una bonita habitación con una hermosa decoración llama la atención de mis ojos, un cuerpo recostado en la cama hizo que vuelva a sentir remordimiento.

☁️

Lo miré atentamente, sus ojos cerrados y sus cicatrices en la cara me hicieron darme cuenta que parecía un niño como yo, un niño asustado que sufrió en toda su infancia pero, pero yo no sería un idiota. Apreté el arma y puse mi dedo en el gatillo y sin arrepentimiento en soltar el primer disparo. Su gruñido hizo que agarre el arma con ambas manos, no volveré a ser débil para su gusto.

—Te odio Alexey.

Cuándo se levantó y agarró su hombro con dolor no retrocedí en ningún momento, cuándo sus ojos se fijaron en mi no retrocedí.

—No volveré a retroceder, ¡Escuchaste! No más.

Cuándo apunté el arma en su frente me di cuenta de algo, yo no soy así. No soy un monstruo cómo él. Baje el arma y lo miré, ver sangre me trajo malos recuerdos, me agarré el pecho y en mi mente el recuerdo de Can apareció como una bomba.

—No soy como tú, nunca sería como tú.

Recargue el arma y la apunté en mi cabeza.

—Sufre alpha.

Apreté el gatillo y lo último que vi fue su cara de miedo. ¿Así moriré?.

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AAAAAAAAAAAAA

Secuestrado Por El Jefe De MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora