Capítulo 57

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Gracias por tantos comentarios, me hacen feliz con sus ocurrencias y su amor, aquí tienen su capítulo💜

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Dixon

Había cadenas en sus muñecas y tobillos, y una mirada rebosante de confianza en sus ojos. Creía que por ser mi madre no iba a atravesarle la cabeza con una bala. Ilusa. Me lastimó profundamente, no por la traición que cometió, sino por su falta de amor hacia mí, su hijo.

Me hallaba herido, sangraba por dentro debido a su rechazo, dolía y yo odiaba sentirme así, odiaba ser lastimado por quien amaba, nunca se lo iba a perdonar.

No era un hombre al que podías romper con facilidad, mucho menos llegaba a demostrar cuando alguien lo lograba, justo en estos momentos, ella no podía darse cuenta de lo mucho que yo sufría por dentro; mi cara siempre se mostraba como una mascara fría e inexpresiva. Aprendía a tragarme el dolor, a disimular con la ira y la burla. Tenía defensas en cada parte de mí para nunca darles la satisfacción de verme arrastrándome. Por la única persona que lo haría, sería por Holly, y solo si era yo el causante, a veces lograba ser muy orgulloso.

—Tuviste que traerlo —miró a padre que yacía a mi lado—, quítenme esto, saben que no me matarán.

Padre se adelantó hacia ella y le propinó una bofetada que le rompió el labio. Ella lo observó con indiferencia.

—He sido un bastardo, pero jamás atentaría contra mi sangre —siseó enardecido. Y bien, en esto podía darle la razón.

—Por supuesto, no fuiste tú a quien usaron como un recipiente, ¡todo lo que me hiciste! —Se alteró— Debías pagarlo con quien más te doliera —ella y yo nos miramos—, Dixon.

Él volvió a abofetearla, esta vez sí vislumbré la ira en su mirar. Se removió contra la silla y tensó los brazos. Es como si estuviera viendo a otra persona, la mujer que tenía delante de mí, no era mi madre.

—Morirás aquí, por la mano de quien quisiste arruinar —dijo severo.

Escupió a sus pies, me lanzó una breve mirada y desapareció del lugar, nos dejó solos. Tomé asiento delante de mi madre y metí las balas a mi arma mientras ella observaba. Dexter ni siquiera sabía nada de esto, no se lo diría hasta que lo volviera a ver. Seguramente estaría de acuerdo conmigo, él entendería por qué lo hice.

—Solo me vengué de lo que él me hizo —intentó excusarse.

—Debiste decírmelo —no la miraba—, pude hacerme cargo, habría hecho cualquier cosa por ti, porque te amo, madre.

Alcé la cara y metí el cargador lleno de balas.

—¿Habrías matado a tu padre? —Tensé la mandíbula.

—Lo hubiera hecho. —Suspiré—. Pero decidiste dañar a la mujer que amo, fingiste todo este tiempo, regalaste sonrisas mientras apuñalabas por la espalda. Jamás lo esperé de ti.

Crueles instintos © [YA A LA VENTA EN LIBRERÍAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora