5) Una vista que vale la pena

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JUNGKOOK

Sigo con sueño. La verdad no tenía muchas ganas de venir hoy a hacer trekking. Está algo nublado y parece que va a llover aunque no hay pronóstico de mal clima. Pero cuando vi a Jimin tan entusiasmado por la idea esta mañana, como que me contagió. Eso sin nombrar que el flacucho de Yoongi no se sumó al plan, así que eso mejora mi humor. 

Solo nosotros tres. Bueno, y las chicas. Taehyung está feliz caminando a unos metros detrás de mí con Sana, siendo los más lentos del grupo pero sin parar de hablar y reír entre ellos. No quiero molestarlos así que los dejo seguir a su ritmo. A mi lado, está Mina. Es callada como yo, así que como se imaginan no hablamos de mucho más que del paisaje o del fresco que se empieza a sentir a medida que caminamos más y más arriba en la montaña.

A unos tres metros delante de mí, tengo la vista de la espalda de Jimin, avanzando sin parar. Es el más rápido y hábil de todos para ir por estos caminos. Es entendible igual por el estado físico que tiene y la agilidad por ser bailarín me imagino.

Voy pensando en eso mientras lo observo y me doy cuenta de que nunca lo vi bailar. De repente eso llama mi atención. ¿Cómo se verá? ¿Qué tan bueno será? ¿Qué clase de música le gustará bailar? Me imagino que debe ser bueno y gustarle mucho para querer dejarlo todo en Corea e ir a buscar otra vida en el exterior.

Podría simplemente preguntarle y tener una conversación normal con él. Casi como la de anoche. Pero no puedo. No sé cómo hacerlo sin sentirme extraño. 

Cuando se fue con Yoongi de la fiesta no pude dejar de pensar en él ni un segundo. Quise dormir y no pude. Deseaba que volviera. Pero sobre todo deseaba que estuviera bien. 

Y después cuando volvió y noté esa expresión como de tristeza en sus ojos fue muy obvio para mí que algo le había pasado. Jimin siempre está alegre, de buen humor, hasta cuando me hace enojar se le nota que la pasa bien. Pero anoche no se veía así. Y lo más loco fue que yo me sentí mal por él también cuando nunca antes me había pasado antes. 

Pero debe ser porque es el hermano de mi mejor amigo y no un chico cualquiera ¿No? Debe ser eso porque me niego a creer que es algo más. Algo que no sería capaz de aceptar jamás. 

Me convencí a mi mismo de que puedo intentar ser bueno con Jimin pero manteniendo mi distancia. No necesito ninguna relación especial ni amistad con él. Mi relación con la familia Park es solo con Taehyung siendo mi mejor amigo y compañero de trabajo y con su padre quien es mi jefe. Nada más. 

No necesito nada con Jimin. 

Pero entonces no entiendo por qué desde esta mañana en la suite que dejó de dirigirme la palabra, quiero que me hable. No me mira y quiero que me mire, como me miraba anoche. No me presta atención ni siquiera para molestarme o hacerme enojar y quiero que lo haga. Quiero que me sonría como lo hizo anoche cuando estábamos sentados juntos en la sala.

— ¡Jimin, ve más despacio! — le grito. Me estoy cansando de tratar de seguirle el ritmo. Se está alejando mucho. Y también le grito obviamente para que al menos me conteste algo. — Te estás adelantando demasiado. 

Nada. No hay respuesta. Ni siquiera baja la velocidad. Es como si me ignorara completamente pero yo sé que me escuchó. Ese tonto. 

— ¿Le puedes decir tú? — le pregunto a Mina. 

Ella asiente sin problema. 

— Jimin, ¿Nos esperas, por favor? — le pide con el tono de voz más dulce y delicado que alguna vez le escuché a una chica. 

Jimin se detiene, y voltea hacia nosotros. 

— Claro, perdón — accede y sonríe. A ella, no a mí. 

Vacaciones Compartidas - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora