21) Un lugar para perderse... juntos

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JUNGKOOK

No quiero ser muy brusco con Jimin pero me está obligando contradiciéndome todo lo que le pido. No me deja opción más que ponerme rudo para mostrarle quien manda aquí. Ni siquiera sabía que podía ser tan dominante en la cama, pero este chico ha despertado este lado mío que no sabía que tenía.

Le doy otra nalgada y él grita. En la piel blanca de su trasero se empieza a formar una área roja y caliente donde dejé el golpe. Por un momento me preocupo, quizás me excedí. 

— ¿Te vas a portar mejor ahora? — le pregunto acariciando la zona. 

— No quiero — se vuelve a negar. 'Bien, alguien quiere seguir con su castigo', pienso. 

No vuelvo a pegarle pero lo siguiente que hago es introducir un dedo dentro suyo, sin previo aviso ni delicadeza. Jimin se sobresalta. 

— ¡Ah, hyung! — exclama. 

— Eso no es nada con lo que te espera.

A continuación pongo otro dedo más. Jimin comienza a gemir cada vez más fuerte y a menear su trasero ayudando a que mis dedos salgan y entren de él. Me parece que alguien está desesperado por que lo folle. 

Y la verdad yo también estoy que exploto pero todavía no le voy a dar el gusto. 

— Quédate quieto — le ordeno pero Jimin es desobediente y sigue moviéndose autopenetrándose con mis dedos. Me excita muchísimo que haga eso, pero también quiero que me haga caso. 

Nunca he usado más de dos dedos con él en los días que llevamos teniendo sexo pero creo que ahora es un buen momento para aumentar de nivel. 

Decido entonces meter un tercer dedo con algo de dificultad pues ya está muy apretado aquí atrás. Jimin de seguro no esperaba esto porque chilla del dolor y deja de moverse. 

— Así me gusta que me hagas caso — sonrío. 

— ¿Crees que no puedo con tres dedos? — me desafía sin embargo. Este Jiminie es terrible. Cómo le gusta jugar. Pero está perfecto porque a mí también. 

— Pues si tan valiente eres con tres, ¿Qué tal con cuatro? — doblo la apuesta. Empiezo entonces la tarea de introducir el cuarto dedo ante la resistencia de Jimin. 

— Hyung, no… — me pide. 

— Vamos, Minie. Tú puedes. ¿Quieres que te folle o no? 

— S-sí...— responde entre gemidos. 

— Entonces tienes que ser buen niño y hacer esto. 

Sigo intentando meter lo más que puedo del cuarto dedo pero Jimin no deja de apretar su entrada impidiéndomelo. Le pego una tercera vez en el trasero, fuerte, para que afloje y me haga caso. 

— ¡Ya cógeme! — grita. — ¡Lo necesito, hyung!

— Lo haré cuando obedezcas — insisto. 

— Ugh — lo escucho gruñir. No importa que me muera de ganas de follar, él sabe que no voy a decir que sí hasta que me salga con la mía. — Bien — accede finalmente. — Haré lo que hyung me pida. 

— Así me gusta — sonrío satisfecho. Se relaja más entonces y deja que pueda meter el dedo que falt, y así empiezo a estimularlo con los cuatro completamente dentro de él. Se siente tan bien que tengo que tocarme con mi mano libre porque no doy más. — Ahora sí quiero que te muevas. 

Como el buen niño que puede ser ahora, me hace caso. Y sus gemidos y los sonidos que hace al moverse en serio me vuelven loco. 

— ¿Puedo tocarme ahora, por favor? — me pide y entonces le doy permiso. 

Vacaciones Compartidas - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora