Vacaciones Compartidas - Kookmin

29) Acorralado

Bueno, este es el que la mayoría ya leyó jajaj que desastre soy, saltéenselo y vayan al siguiente.

JIMIN

Ya hace una semana y media que volví a trabajar. Todavía no puedo decir que me acostumbré porque detesto este lugar. Lo único bueno: mi novio, y molestarlo como estoy haciendo ahora. 

Sala de juntas, almuerzo de negocios con los socios de papá para discutir temas sobre el nuevo hotel. No sé ni qué hago acá, jamás participé de estas cosas pero como ahora según mi padre, ocupo el lugar de Taehyung, me obliga a estar presente. Jungkook está sentado a mi lado tomando notas, y como ya estoy completamente aburrido, decidí que era una muy buena idea manosearlo por debajo de la mesa. 

Apoyo mi mano en su muslo y lo acaricio suavemente mientras pretendo escuchar lo que dicen todas estas personas aburridas. Él se tensa de inmediato al sentirme y aparta mi mano disimuladamente. Pero yo no me rindo, vuelvo a la carga otra vez. Esta vez soy más insistente. Aprieto su muslo con ganas y subo a su entrepierna. Se asusta y me mira furioso. 

Me resisto las ganas de reír. Quita mi mano otra vez y escribe algo en un papel que luego me muestra. 

"Basta, te voy a matar" , escribió. Me llevo la mano a la boca para tapar mi sonrisa.

Me encanta molestarlo y buscar su reacción. Los demás están tan concentrados en lo que charlan que no nos prestan atención.

Intento una vez más. Ahora voy directo por su pene. Lo aprieto con fuerza y él se echa para atrás con la silla.

Los demás interrumpen lo que dicen y por fin miran en nuestra dirección. 

— ¿Qué sucede? — pregunta papá. 

— Nada — responde Jungkook. — Creo que necesito ir al baño, disculpen. 

Se levanta y huye. 

— Yo también voy — informo. — Voy a ver si está bien. 

Respiro profundo al salir de la sala de juntas. Uhg, al fin un poco de libertad. Ya no aguantaba más estar ahí. 

Planeo sorprender a Kook en el baño pero es él quien me termina sorprendiendo cuando aparece de la nada, me agarra de la mano y me saca de ahí arrastrándome.

Vamos a su oficina y cierra la puerta, furioso. Oh, oh. Creo que alguien está enojado de verdad.  

— ¿Qué demonios te pasa? ¿No puedes parar un segundo? — dice. 

— Oye, cálmate. Solo quería animar un poco la reunión — sonrío. Me acerco a él para robarle un abrazo y un beso ahora que estamos solos pero me aleja. 

— Esta reunión es importante. ¿No puedes dejar tus jueguitos por un día? — me sigue regañando. 

— No es para tanto, hyung — respondo. 

— Sí, lo es. Estoy trabajando. Estoy harto de que me acoses en los lugares y momentos menos oportunos. 

— No finjas, yo sé que te gusta, amor — sonrío. 

— ¡¿Es que no puedes tomarte algo en serio por una vez en tu vida?! — me grita. Esto sí no lo esperaba. Me sorprende su actitud y que me hable así. 

— Pues perdóname por querer solo un poco de tu atención — contesto ofendido. 

— Esa no es la forma de hacerlo. ¿No puedes esperar a que estemos fuera de aquí? ¿A que terminemos de trabajar? 

— ¿Cuándo? ¡Si nunca paras de trabajar! — exclamo. — ¡Para eso ni hubiera regresado aquí, si va a ser lo mismo que antes! ¡Yo solo estoy aquí por ti y lo sabes!