10) Mala combinación

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JUNGKOOK

Me resistí a esto. Realmente lo intenté hasta el último minuto pero mis fuerzas no fueron suficientes. Desde que me topé con Jimin en el elevador esta noche supe que estaba perdido. No esperaba encontrarlo cuando decidí subir. Pero al verlo aquí todavía sentí como si aún no fuera demasiado tarde para hacer algo. 

Mas nunca creí que ese algo fuera encajarle un beso en medio de nuestra discusión. 

Es que de verdad me sentí entre la espada y la pared. No quiero que Jimin vaya con ese sujeto. Me muero de la rabia imaginándolo con otro haciendo lo que quiere hacer conmigo. Que otro lo toque como a mí me están quemando los dedos por tocarlo...

No quiero que me llame cobarde aunque sé que lo soy. Y no quiero escucharlo decir que no sé qué hacer con mi vida aunque en el fondo sé que es verdad. 

Desbordé en presión y simplemente exploté. No sé cómo expresar en palabras lo que siento, lo que me tortura por dentro, así que solo hice lo que mi cuerpo me pidió desesperadamente. Dejé de pensar y solo lo besé. 

Mis labios se apoyan firmemente en los suyos, sin ser consciente de lo que esto está a punto de desatar en ambos. 

Yo no puedo procesar nada de lo que estoy haciendo ahora. Si está bien, o si está mal. No me importa ahora. Solo sé que esto me gusta, que se siente bien. El solo tocar su boca con la mía ya sacude todo mi mundo. Nunca creí que iba a besar a un chico, y menos a él. Jamás a Jimin. Pero lo más loco es que, aunque no lo creí posible, me doy cuenta ahora de que siempre lo deseé. 

Y, diablos, se siente tan bien cumplir ese deseo. Uno. Una vez en mi vida.

Jimin es el primero en mover sus labios, para profundizar el beso. Sus manos se aferran a mi camisa, a mi costados y siento su lengua queriendo entrar en mi boca. 

Lo dejo, y copio sus movimientos porque quiero y me muero de deseo. Mi cuerpo está tan cerca del suyo y la cercanía hace que todo se ponga sensible, caliente. Cuando nuestras lenguas se rozan sé que estoy perdido. Ya no voy a querer parar. Lejos estoy ahora de un poco de cordura siquiera. 

Ahora es él el que envuelve sus brazos alrededor de mi cuello y yo llevo mis manos a su cintura para estrecharlo más contra mí. Aprieto mis dedos contra la parte baja de su espalda. Nuestras pelvis chocan, se rozan. Estoy besándolo con tanta intensidad como nunca antes besé a nadie. Como ni siquiera sabía que podía besar. Me desconozco totalmente.

Cuando separamos nuestras bocas solo un poco para tomar aliento, enseguida siento el vacío. Me molesta, no quiero parar. Voy de nuevo por su boca, pero Jimin me detiene. 

— Dime que me quede contigo esta noche — me susurra. — Dilo, y no iré con Yoongi. Te lo juro. Te quiero a ti, no a él. 

— Quédate conmigo — respondo entonces sin dudar. Ahora no puedo ponerme a pensar en opciones o consecuencias. Solo quiero seguir con esto. 

Jimin me sonríe y vuelve a besarme. 

Y así sin parar, sin soltarnos, me guía de nuevo hacia la suite. Abrimos la puerta, entramos, y al cerrarla continuamos con los besos apoyados contra ella. 

Pero no nos basta. Creo que Jimin sabe bien lo que hace porque es él quien está tomando el control de la situación. Me lleva hasta su cuarto y una vez allí, me siento en su cama, él se sube encima de mí con las piernas abiertas. Mientras no dejo de saborear sus labios, me animo, no sé cómo, y llevo mis manos hacia su trasero. Aprieto sus nalgas al principio con timidez y luego con más ganas. Jimin gime apenas en mi boca y eso me mata. 

Vacaciones Compartidas - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora