Vacaciones Compartidas - Kookmin

42) Culpas

JUNGKOOK

Creo que alguien se puso histérico de pronto. Creo que alguien no puede admitir que lo que pasó fue culpa de los dos. 

Ay, Jiminie, Jiminie, ¿por qué nos gusta complicar todo? 

Se fue del establo y me dijo que esperara antes de volver para no aparecer al mismo tiempo. Pero al diablo con eso. 

Yo todavía no terminé con esta conversación. 

— ¡Espera! — le grito y corro para alcanzarlo. Jimin apresura el paso al ver que lo sigo. 

Pero lo alcanzo y lo tomo del brazo.

— ¡Déjame en paz! — exclama. Está oscuro aquí en medio del campo. No puedo ver bien su rostro. Pero sé que está llorando. 

— Una última vez juntos…¿no fue eso lo que dijimos que sería? ¿Una despedida? — le digo. 

— ¡Pues adiós! — grita. 

Intenta zafarse de mi agarre pero no puede. Yo no lo suelto, al contrario, lo atraigo de nuevo hacia a mí y cuando tengo su rostro cerca en un rápido movimiento le encajo un buen beso en la boca. Quizás así le alivie la culpa por empezar algo que sabíamos no debíamos hacer. 

— Ahora yo me equivoqué, estamos a mano — le digo cuando lo suelto. — ¿Mejor así?

— ¿Cómo puede estar mejor, estúpido? — me empuja y llora. — ¿Qué no ves que te amo? ¿Qué no ves me cuesta cada maldito día de mi vida no pensar en ti y en lo mucho que todavía te amo? 

Me quedo helado al escuchar todo eso. 

— Aprendí a vivir sin ti como pude, y vengo aquí lleno de miedo de que me hagas retroceder todo lo que avancé. ¿E insistes en estar a solas conmigo, en preguntarme qué siento? ¡¿Qué mierda esperabas que hiciera, eh?! 

— Jimin...

— ¡Cállate! — me reta. 

— ¡No! ¡Yo también te amo, tonto! — exclamo entonces. — ¿Crees que eso de ahí fue solo sexo de despedida? ¿En serio te creíste esa estupidez? ¡Te amo con toda mi alma y también pienso en ti cada maldito día!

— ¡¿Y qué con eso?! ¡No voy a volver aquí! ¡Ni loco vuelvo! 

Con eso último que me grita me hace doler todo por dentro. 

Pero tiene razón. Yo no tengo nada para darle de lo que él quiere aquí. ¿Por qué volvería? Ni siquiera salí del closet todavía. Solo el amor aún no es suficiente.

Todavía no me merezco a Jimin.

Y eso no lo voy a discutir. 

— Perdón — le digo entonces más tranquilo. — Tienes razón. No debimos acercarnos tanto hoy. Fue un error y fue mi culpa, es verdad. Perdón. 

Espero una respuesta pero no dice nada. Solo me mira y luego se va corriendo.

Dios, qué imbécil soy. Otra vez lo estoy lastimando. No debí acercarme a él. Creo que desde el primer momento no debí hacerlo.

❤️

Vuelvo a la boda, y vuelvo al alcohol. Con algo tengo que disimular lo terrible que me siento. Al menos que me consideren un borracho y no un desgraciado que sufre por amor. 

Muchos de los invitados ya se están yendo y solo quedan familiares o gente más joven que sigue bailando y bebiendo con los novios. Me uno a ellos por lo que queda de fiesta. Voy a crear buenos recuerdos de esta última parte de la boda como corresponde.