22) Una pequeña esperanza

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JUNGKOOK

Segundo día en Tokio. Es de tarde y estoy con Jimin tomando café en una de las cafeterías que Mina nos recomendó visitar. Hoy estuvimos casi todo el día en el barrio de Ginza, el lugar de la moda en Tokio donde están las tiendas más lujosas y espectaculares como Gucci. Le compré varias cosas a Minie aunque me decía que no quería nada y también compramos varios regalos para Taehyung porque sabemos que adora esa marca. 

Volvemos cargados al hotel hoy, pero antes decidimos parar a tomar algo caliente. Está refrescando un poco más aquí, señal de que el verano de a poco se va yendo. 

— Oye, amor, te has gastado mucho dinero hoy — me dice Jimin. — Quizás mañana solo debemos pasear en algún parque y hacer algo tranquilo. 

— Te dije que no te preocuparas por el dinero. Tengo bastante ahorrado. Nunca lo he gastado porque nunca he salido a ningún lado. 

— Porque no tenías vida — se ríe. 

— Exacto — admito. — Si no la gasto en mi novio ¿En quién la voy a gastar? 

— Ugh, ¿me vas a hacer darte un beso con toda esta gente alrededor, Jeon? 

— Mejor no — le digo. — Guárdalo para más tarde. 

Pero como Jimin es travieso, es obvio que no se va a quedar con las ganas. Se apoya sobre la mesa y se inclina hacia mí para darme un beso que yo gustosamente acepto. 

Es cierto que hay mucha gente en este lugar pero no creo que nos vengan a retar por un simple pico hasta que eso es justamente lo que pasa. 

— Hey, este es un lugar familiar. Si no van a respetar, les voy a tener que pedir que se retiren — nos dice un mozo que pasa por nuestro lado mirándonos con una expresión de fastidio. Como lo dijo en japonés, Jimin no entendió nada pero sabe que no fue bueno por la forma en que lo dijo y por la forma en la que yo me alejé de él luego del regaño.

— ¿Qué dijo? — me pregunta el rubio. 

— Nada. No importa. 

— ¿Nos insultó verdad? — frunce el ceño y ya lo veo listo para pararse y pelear. 

— No dijo ningún insulto, cálmate, Minie. Solo pidamos la cuenta y vayamos al hotel ¿sí?

— ¿Por qué nos tenemos que ir? ¿Por qué a este estúpido no le gusta que nos besemos? — Jimin luce ofendido. Yo más bien preocupado porque nos echen por hacer un escándalo. Es en estas situaciones donde mis diferencias con Jimin se marcan demasiado. 

— No causemos problemas. Solo vayámonos — insisto. 

Nos ponemos de pie y pido la cuenta. El mozo que nos estaba atendiendo la trae y tampoco se ve muy feliz. Nos mira raro.

— Sigo sin entender por qué tenemos que irnos. ¿Quiénes se creen que son? — comenta Jimin de brazos cruzados mientras mira cómo le pago al chico. Por suerte éste tampoco entiende lo que hablamos nosotros en coreano pero de seguro entiende el tono hostil con el que Jimin habla y lo señala. 

— Jimin, ya basta. Nos vamos — afirmo. 

Saludo educadamente al mozo y me voy. Jimin detrás mío me sigue refunfuñando y diciendo más cosas del lugar que nadie más entiende salvo yo. 

— ¿Qué fue lo que nos dijeron allá? — insiste en querer saber. 

— Nada, Minie. Olvídalo.

— ¿En serio? Porque no se escuchó nada bien. Y no éramos la única pareja allí siendo cariñosos.

— No importa. No dejemos que nos arruine el día. 

Vacaciones Compartidas - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora