HIDING; [YOONJIN + TAEJIN]

|En algún pozo donde quede agua.

Mis labios se sentían entumecidos, el hielo que alguna vez tan solo fue un roce se había sumergido. Mis mejillas, mis manos, mi cuello y mis pies; todos helados por el invierno. Un bombeo en mi pecho me hace abrir los ojos de golpe. Y el respiro que doy hace que trague todo el aire gélido provocando un leve dolor. Los árboles saludan otra vez junto al cielo gris.

—¡Jin! —grita Jungkook, reconozco su voz como los álbumes en el librero de mi habitación. Una voz tan familiar en mi mente, una identificación instantánea.

—¿Seokjin? —oigo otra voz cuestionar. Y esta vez la reconozco como la de Jimin.

Las manos de Jungkook de repente se encuentran sobre mi brazo, y me ayudan a sentarme mientras mi cabeza da vueltas. ¿Qué siquiera había sucedido exactamente?

—No lo puedo creer, han parecido casi al mismo tiempo. Tan solo por segundos de diferencia —dijo Jungkook con asombro y su agarre aun en mi brazo, sujetándolo fuerte pero cuidadoso.

—Me duele la cabeza —confieso poniendo una mano en mi frente. Jungkook hace lo mismo al segundo, fijo mi vista en él algo confundido. Sus ojos destellan preocupación.

—No comprendo...Nosotros —inquiere Jimin. Al fin despierto de mi ensoñación busco su silueta dejándome aturdido al ver la imagen de el con Yoongi entre sus brazos. Ambos en el suelo, uno con una expresión tortuosa y el otro inconsciente. La preocupación vuelve a atacarme junto a las olas del temor—. Debemos irnos... ¡Debemos irnos! —grita ahora como si recordara algo. Entonces mira su bastón y luego a nosotros—, ya funciona.

Frunzo el ceño junto a mis labios, la desesperación reflejada en sus ojos hace que yo de igual manera me dé cuenta de lo que debemos hacer. Me sujeto en Jungkook al sentirme débil procediendo a intentar levantarme. Este me ayuda con firmeza, ambos parándonos y yendo enseguida donde Jimin. Es casi gracioso como caemos al momento en la nieve nuevamente, cansados de esta pesadilla.

Jimin nos observa a punto de ponerse a llorar.

—Hyung...—inquiere Jungkook en un intento.

—No digas nada, después les explicare. No saben lo que sucedió...Donde nos llevaron —cuenta con agonía.

"Sí, si lo sé" Quiero decir, pero las palabras no salen de mi boca. Mis ojos tan solo pueden posarse en el rostro de quien sigue inconsciente. Yoongi parece estar en un profundo sueño, en mis manos un cosquilleo surge. Las ganas de tocar su pecho e interceder su alma, darle buenos sueños en vez de las pesadillas que mis miedos piensan toman protagonismo en su cabeza.

"No soporto verte así, con tu temperamento abrumado por el dolor de los males que tocan nuestro mundo" Pienso espontáneamente. Veloz y como un susurro que se pierde, entre las colinas junto al viento, entre los pasillos de una casa. Me sorprende, no debería pensar tan empáticamente.

—Sujétense de mi —dice Jimin interrumpiendo mi ensoñación. Y se lo agradezco, lo mejor era alejarse de tales razonamientos. Tanto Jungkook como yo apoyamos ambas manos en uno de sus hombros, acomodándonos. Jimin sujeta a Yoongi con una mano mientras con la otra golpea el bastón en la nieve diciendo las palabras que debe. Desaparecemos al instante.