HIDING; [YOONJIN + TAEJIN]

|Sombras en la Oscuridad, Parte; 2

ADVERTENCIA; "Contenido Sensible"

Hubiera querido tener la oportunidad de decirle a Taehyung unas cuentas cosas. La lista era larga, por ejemplo, ¿él siempre había sabido quién era? Y ni siquiera sé por qué me lo preguntaba cuando era obvio. Porque simplemente no creo que Jisoo lo conociera de ayer.

Pero no era el único que me ocultaba cosas junto a mi hermana. Mi madre algo sabia, nunca me había explicado lo sucedido, y el tema la hacía sentirse algo densa. Parecía ser que todos estaban involucrados en algo que yo desconocía.

—Joven Kim. —Nuestra ama de llaves llega recibiéndome en la entrada—, su madre salió y dijo que llegaría tarde.

Oh, tendría la casa para mí.

—Gracias por decirme —digo con una sonrisa. Ella se aleja hacia el salón dejándome solo.

Los empleados estaban en sus quehaceres, pronto iba a anochecer, así que debían dejar todo listo. Me quedo observando la recepción, hay un cuadro de nosotros colgado. Ya no me gustaba tanto como antes, quizás porque me causaba más tristeza que alegría. Mi vista se pasa a las escaleras, una sensación de miedo recorre mi cuerpo. Y es que, en cierta parte, me alegraba no poder subir. Si lo hacía, vería la puerta que daba a la oficina de mi padre, y no estaba listo. En sí, ¿siquiera quería estar aquí?

Me alejo hacia mi cuarto, debía alejar esos pensamientos. Mis ojos que miran el suelo ahora ven al frente, me alegraba que estuviera cerca. Detengo mis pasos un momento, me observo en el espejo colgado en una de las paredes, me seguía sin gustar lo que veía. Pero...al menos estaba mejor, había estado tranquilo.

Frunzo el ceño.

Veo una silueta detrás de mí, que me distrae de mis pensamientos. Volteo para ver si uno de nuestros ayudantes necesita algo, pero me encuentro con el pasillo vacío. Debí haber mirado mal, estaba en una nube. Vuelvo a posar mis ojos en el espejo; trago saliva, mis ojos prácticamente se salen de sus orbitas, puedo sentir la angustia y el miedo, porque la silueta sigue ahí. Se que es de alguien, puedo distinguirlo. Me quedo quieto, no pregunto nada, tampoco se mueve. Ni siquiera me atrevo a mirar hacia atrás, entonces suelto un leve suspiro. La silueta esta vez se mueve hacia mí, quiero gritar, pero en vez de eso corro. O eso intento, porque mi muleta y mi brazo vendado no ayudan, apenas puedo caminar, y siento ganas de llorar, esforzarme más de la cuenta lastima. Oigo sus pasos lentos detrás de mí, entonces caigo, y duele. La rodilla me duele demasiado, mi cabeza de igual manera se golpea, y mi brazo, ¡mi brazo duele de la misma manera! Quiero llorar, de miedo y de dolor. Giro mi cabeza, sigue ahí, acercándose a mí. Entonces grito, las palabras salen de mi boca como último recurso, ¡ayuda! Necesito ayuda. Con mi brazo y mi pierna libre me arrastro lo más que puedo tratando de alejarme, ¿alguien ha entrado a robar? Vuelvo a gritar.