HIDING; [YOONJIN + TAEJIN]

|Intercambios o Tratos.

Yoongi intentó llamar múltiples veces a sus padres, pero ninguno contesto. Luego intento con Hoseok y casi fue golpeado cuando este le grito que estaba ocupado, se oía atareado. Así que Yoongi no tuvo más remedio que decidir molestar en otro momento.

Pero su mente no lo dejaba tranquilo, no comprendía las noticias. No entendía que hacía Jin ahí, sin embargo, en su ignorancia, algo entrevía; sus padres tenían que ver en esto, o alguien del mando superior. Y estaba molesto, se sentía dejado de lado, engañado, hacían cosas a sus espaldas. Podrían haberle advertido, pero no. Se preguntaba cómo estaría Jin.

Esperaba pudiera respirar, que no le diera un ataque de ansiedad. Porque había sufrido tanto en poco tiempo, comenzaba a cuestionarse si podía aguantar más. Tal vez estaban siendo un poco excesivos con él. Aunque no debía dudarlo, porque si los lideres pensaban que era necesario, él debía estar de acuerdo.

La garganta se le cerraba en un nudo ante la idea, el vacío en su pecho le dolía. No quería pensar diferente, y era gracioso; se había revelado contra su familia en muchas cosas, pero respecto a ese tema específico, no podía. Siempre había estado de acuerdo con cada decisión desde que comenzó a entrenar cuando era niño ¿Por qué ahora comenzaba a pensar diferente?

Hizo una mueca mientras apretaba unos botones de su celular, estar ahí encerrado no le ayudaba. Tan solo esperaba recuperarse pronto, porque soportar a sus padres no era tolerable ni siquiera un día.

—¡Señora no puede entrar así! —exclamó la voz de alguien del servicio. Yoongi frunció el ceño estirando su cuello.

Las puertas se abrieron de golpe, sintió los brazos temblar al ver a la madre de Seokjin entrar con rabia. Y no pudo evitar agrandar sus ojos asustado al observar cómo se acercaba a él mientras su guardaespaldas sujetaba al empleado.

Ella venia por su cabeza. Estaba sin dudarlo molesta, con ganas de asesinarle, y el sabia que estaba consiente de lo que había hecho, al tanto de todo. Era tan obvio, sin embargo, no pretendía temer en la casa de sus padres, debía confiar en la seguridad de esta.

—Aquí estas —le dijo con voz cortante. Yoongi creyó que en cualquier momento le golpearía ¿Cómo la habían dejado entrar? —. Déjennos a solas —ordenó

Era extraño que hubiera traspasado a los guardias, y tan solo hubiera tenido que luchar con el joven por su actitud impertinente de impaciencia. Yoongi intuyo que su padre había dado la orden, dada a la situación quizás pensó que alguien de la familia de Seokjin podría venir fuera de sus cabales, y a él le encantaba el show si era para su conveniencia.

—Joven Min, lo siento tanto —inquirió el joven desesperado por la situación—, les dije que esperaran, pero entraron sin hacerlo.

Yoongi frunció sus labios cansado. Ya había sucedido, no quedaba más que enfrentar a la mujer.

—No te preocupes, ve afuera y espera —pidió sin preocupación. El hombre miró por un momento dudoso a la mujer, pero finalmente se encamino a la puerta seguido por el guardaespaldas—. Bien ¿Qué quiere? —cuestionó sin rodeos.