VII

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𝐹𝑒𝑙𝑎 ⚣

𝑆𝐴𝐿𝑇𝑂 𝐴𝐿 𝑉𝐴𝐶𝐼́𝑂 𝐷𝐸𝑆𝐷𝐸 𝑆𝑈 𝐶𝐴𝑆𝑇𝐼𝐿𝐿𝑂 𝐸𝑁 𝐸𝐿 𝐴𝐼𝑅𝐸.

𝙵𝚎𝚛𝚗𝚊𝚗𝚍𝚘 𝙰𝚛𝚛𝚎𝚋𝚊𝚕



Él es un rey y tiene el control del monopolio. La derrota no es una palabra frecuente en su vocabulario, posee un privilegio que le otorga poder que puede ejercer, monopolizando completamente su entorno. Sus movimientos al jugar son tan limpios; palabras, labios, manos y su mirada saben justamente adonde dar en el momento correcto. Siendo obvio que estoy mucho más cerca del precipicio. Noches y días duros tengo casi todos los días, pero los últimos días entre a otro nivel. Jamás he experimentado algo así, mi corazón y mente se han sumergido en un debate eterno en que debería hacer. En un lado la mente dice: Fela es una gran posibilidad que sea el hombre que dicen que es; un malvado, asesino y delincuente. ¿Qué esperas para alejarte de él? ¡Lo sé! Y eso es lo que debo hacer alejarme de él, es todo lo que no necesito en mi vida; sin embargo, algo siempre me detiene.

Y, tengo diferente flashback en como me comporte con él en el depósito, como fácilmente pase a segundo plano cuando dijo que iba a matar alguien a jugar con el quién tenía más control en la situación. Quiero pensar que me obligo a gemir su nombre y a quedarme en ese depósito, pero sería mentira, ya que, me estaba derritiendo en su mano.

Estoy en un precipicio y estoy a punto en caer, Alek no me está empujando sino que me espera abajo, él espera que haga el gran salto que me rehúso hacer. Sin embargo, si continúo cerca de él o de su influencia que solamente alimenta más mi curiosidad hacia él, terminaré muy jodida.

Voy a renunciar y por esa misma razón estoy sentada enfrente de mi computadora enviando la carta de renuncia a la oficina de recursos humanos.

No sé si este acto me ayude alejarme de él, pero es lo único que puedo hacer para alejarme. Por obvias razones no lo puedo denunciar, no disminuirá el problema en absoluto, solo sería un motivo más para seguir reuniéndonos y la denuncia no tiene fundamentos. Todo lo que hicimos es porque yo también quise.

Lo único que puedo hacer es regañarme a mí misma, dándome millones de motivos para alejarme de él. Estableciendo algo que este deseo que tengo hacia él es por la curiosidad que tengo hacia su oscuridad. Viendo un hombre seguro y sin duda no está avergonzado por sus posibles actos. Habiendo una parte de mí que quiere un poco ese efecto en mí, ya que me considero una mujer insegura, aunque mi personalidad y lo que doy a entender es todo lo contrario de una mujer insegura.

Alek Volkov tiene un efecto en mí, que me domina por completo y la razón no es permitida, solo siento y quiero sentir más. Y eso lo que me asusta más, es el poder que tiene en mí y no le di motivos, ni herramienta, él solo consiguió la fórmula con su oscuridad.

Debería huir cada vez que sus manos reposan en mí, sus ojos y sus labios tibios en mis labios. Pero solo acepto.Aceptó que su oscuridad me abrace y que me haga sentir tanto deseo.

Quiero odiar esa satisfacción, felicidad y alivio en saber que el tal Yamamoto posiblemente esté muerto; estando anuente que el asesino es Alek. Y, no me espanta, quiero saber más y más, pero eso va en contrá de todo lo que mi abuela y Oliver me enseñaron y de todos los esfuerzos para ser una persona buena.

Entró a la oficina de Oliver y se encuentra en su silla negra con su libreta y sus lentes puestos. Él me mira haciendo un gesto con sus ojos, haciéndome entender que quiere que tome asiento en el cómodo sofá.

Depredador (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora