𝙿𝚘𝚛 𝚃𝚒, 𝙲𝚊𝚛𝚒ñ𝚘... [𝚂𝚊𝚜𝚞𝚔𝚎 𝚇 𝙻𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛𝚊]

Capítulo XVIII [2da Temp.]

Un año más... Sasuke se ha vuelto un tema casi inexistente, indeferente en cualquier sentido, en realidad.

Recuerdo sólo una conversación, aquella en la cuál estaba con Kiba...

[...]

—¡Y-ya! ¡P-para, Kiba! —Dije mientras reía, y el castaño me hacía cosquillas.

—Te ves hermosa cuando sonríes, _____ —Dijo.

Era cierto, me había vuelto muy cercana a Kiba. Todo el mundo nos molestaba juntos... Sin embargo, no lo veía como nada más, por alguna razón, sentía algún tipo de "conexión" Con alguien más, pero no sabía su nombre, ni si quiera podía pesar en como lucia.

Sonreí ante el comentario de Kiba, no obstante, se sentía mal... No se sentía correcto... Y al parecer, Kiba lo notó.

—No lo recuerdas en tu mente, pero quizá tu corazón aún no pretende olvidarlo...

—¿Hablas... De Sasuke? ¿No?

Kiba asintió y se levantó.

—Serás muy feliz cuando lo recuerdes, _____

Se fué con una leve sonrisa en sus labios, sin embargo, se le notaba decaído.

[...]

Esa fue la última vez que escuché ese nombre y a pesar de lo ajeno que me resulta, no puedo evitar pensar en ese nombre... "Sasuke Uchiha", y a pesar de que todos me dicen lo muy unidos que éramos, nadie nunca me aclaró muy bien que éramos exactamente.

No entiendo... Y me molesta tanto no entender que sucede, ¿Por qué no sé quién es? He intentado recordar algo, pero cada vez que intento, me duele tanto la cabeza que siento que me explotará.

Lo único que he llegado a recordar es una palabra "Por". ¿Por? ¡¿Qué demonios significa eso?! ¿Al menos es la palabra completa? Odio no recordar, es un fastidio.

¿Pero lo qué necesito es iniciativa? ¿No? Por alguna parte debo empezar a recordar.

Aquel día, recorrí la aldea de Konoha, en busca de cualquier cosa, alguna pista, algún recuerdo, algo... Pero fue en vano, no lograba recordar absolutamente nada, no sentía nada...

Tan sólo... Una presencia que me recordaba como se sentía la paz. Me he vuelto loca, Sasuke, me has vuelto loca, demonios.

Estuve caminando por el bosque, sin un rumbo fijo, en realidad. Suspiré y me recargué en un árbol de allí cerca. Mi espalda sintió el duro tronco y mi cabeza también se apoyó.

—¿Hace cuánto no he dibujado...? —murmuré entre dientes— Bueno, ahora que lo pienso... Mi cuaderno... No lo he visto en muchos años... Creo que lo perdí...

Simplemente decidí sentarme ahí, después de todo... No tenía nada que hacer. Las misiones empezaban a agotarse, cosa que yo creía imposible, pero supongo que está bien pasar algo de tiempo a solas.

De hecho, la mayor parte de tiempo me siento sola. Siento que nadie entiende por lo que estoy pasando, simplemente me gustaría que alguien me aclare todo... Así todo sería menos... Aterrador, supongo.