Capítulo XXX [2da Temp.]

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Desperté como nuevo, tal y como ella dijo que sucedería. Ella es perfecta, y no tengo duda de ello.

Quizá desperté antes de lo que le hubiera gustado. Son las 4:19 de la mañana, me da más del tiempo suficiente para hacer lo que quiero hacer.

Pero primero, me incliné hacia ella y besé su frente. Hacía mucho frío, así que se me hizo normal que su frente estuviera helada.

La arropé mejor entre las cobijas para que el frío no llegara a su hermosa figura.

Rápidamente me dirigí a la cocina, cocinar seguramente se le daba mucho mejor a ella que a mí, pero a penas puedo creer que ella allá regresado, y me rehuso a perderla de nuevo.

La haré sentir como la única mujer del mundo.

Intenté hacer el desayuno como buenamente pude. Sé que no le gustan tanto los tomates como a mí, por eso los dejé de lado. Le preparé un poco de (Una comida que te guste pero que no sea tu favorita.) Ya que jamás me mencionó cual era su desayuno favorito, quizá jamás mencionó su comida favorita, ahora que lo pienso.

Le preguntaré todo sobre ella hoy, después de todo, simplemente quiero conocerla ahora después de tanto tiempo.

Eran 4:51 , estoy a tiempo.

Siento levantarte tan temprano, cariño.

Abrí la puerta despacio con el desayuno en mis manos, acompañados de un pequeño florero con una rosa.

— ¿T/N? Despierta, cielo...

Dejé la comida en la mesita de un lado de la cama, apoyando mí mandíbula en su hombro.

— Cariño... —Dije— Despierta...

— ¿Qué... Qué hora es...? —Ella se volvió a acomodar entre las sábanas.

— Solo abre un poco los ojos... ¿Sí?

Ella lo hizo, topándose con el dulce aroma de aquella comida y el delicioso aspecto que tenía.

— ¿Tú hiciste eso?... —Preguntó, con aquellas hermosas ojeras y aquel tono de voz tan suave.

— ¿Tan mal se ve?

— De hecho... Se ve delicioso... Gracias, Cariño. Pero ¿Por qué a esta hora? 

— Debemos hacer algo importante... No tardes mucho con el desayuno. —Besé su frente, abandonando la cama y las sábanas que la cubrían.

[...]

— ¿Terminaste?

Ella asintió, rascando sus ojos con sus puños.

— ¿Qué es eso tan importante? —Dice ella, acercándose para rodearme con sus brazos.

— Quiero mostrarte algo...

— ¿Qué cosa? ¿Ahora? —Cuestiona, mirándome con curiosidad.

— Sí, y ya casi empieza el espectáculo.

La cargué en mis brazos delicadamente, ella reía mientras se sostenía de mi cuello y yo simplemente me deleitaba al escuchar su melodiosa voz.

La llevé al tejado y ella simplemente se acomodó en mi hombro, a veces siento que olvido su calor, pero estar con ella sí que me hace recordarlo.

𝙿𝚘𝚛 𝚃𝚒, 𝙲𝚊𝚛𝚒ñ𝚘... [𝚂𝚊𝚜𝚞𝚔𝚎 𝚇 𝙻𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛𝚊]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora