Capítulo XX [2da Temp.]

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—Ahora, por favor, haste a un lado. Así no tendremos que matarte. —Dijo el pelirrojo—

Mierda... ¡¿Qué rayos está pasando?! ¡¿Por qué no les hizo ni un solo rasguño?!  Utilicé demasiado chakra... ¡Y más importante! ¡¿QUÉ HACE MI MADRE AQUÍ?!

—Oiga, jefe... —Murmuró el rubio de coleta— Creo que nuestra amiguita está un poco sorprendida por la situación...¿Deberíamos aclararle que su mamá nunca murió?

—¿Qué? —Dije.

—Bueno, sí que murió —Continuó el rubio— Aunque revivirla no fue un problema.

—¡¿Q-qué demonios le hicieron?! —Rápidamente me levanté.

—La revivimos, después de todo, si queremos tener esos jutsus para ayudarnos, necesitamos a alguien del linaje que pueda hacerlo, aunque admito que hubiera sido mucho más fácil sólo usarte a ti. Eres su hija después de todo.

—Déjenla ir... ¡Alejense de mi madre ahora mismo!
—Grité molesta.

—Me temo que no podemos hacer eso...

—¡Maldita sea! ¡Jamás dejaré que se acerquen ni al libro ni a mi aldea! —Volví a gritarle.

—¿Tendremos que pasar sobre tu cadáver?—Preguntó el peliblanco, burlón.

—Mejor aún —Dije— Sobre el de todos tus compañeros...

Me acerqué mientras mis manos formaban un jutsu de agua.

Los jutsus de mi madre no son mi único truco...

¡Estilo de agua! ¡Jutsu infierno de agua!

Puedo usar este jutsu contra todos ellos, menos contra el tiburón, mis jutsus no sirven de nada contra él. Lo más lógico sería pelear con él cuerpo a cuerpo, pero esa espada no me da buena espina...

El jutsu infierno de agua es parecido al jutsu de jaula de agua, solo que este puede ahogar mientras pirañas hechas de agua muerden al que esté dentro. Esas pirañas son de agua, pero muerden bastante duro.

No importa cuanto intenten, no podrán salir... Maldita sea, de igual manera aún no me queda mucho chakra, ¡¿Dónde está Orochimaru?! ¡Maldita sea! ¡Mi padre aquí no podrá hacer mucho!

¿Debería sentirme honrado de que no me hayas encerrado en una de esas jaulas? —Cuestionó el hombre tiburón.

—Intenta ahogar un pescado. —Dije intimidante— Mejor es matarlo con un kunai en su cabeza y un shuriken en su estómago, aunque claro, eso arruinaría tu sabor.

—No digas que no te lo adver-

No pudo terminar, ya que Naruto, quien se encontraba escondido, golpeó al hombre con un rasengan en su espalda.

—¡Eso te ganas por subestimarme! —Gritó Naruto— ¿Te encuentras bien, _____?

—Sí, sí...

Mierda, no me queda tiempo... Me estoy quedando sin chakra...

Las jaulas de agua empezaban a ser cada vez más débiles, para despues simplemente convertirse en charcos de agua.

—¿Te encuentras bien, Kisame? —Cuestionó la pelimorada—

—Eso fue duro... —Kisame se levantó, adolorido, y se acercó nuevamente al grupo.

—¿C-cómo... Es qué no tienen heridas...? —Murmuré.

—Verás querida —Dijo el pelinaranja— La cuestión es que tu madre ha traicionado todo lo que quedaba de ti, ha traicionado sus jutsus e incluso a su propio esposo.

𝙿𝚘𝚛 𝚃𝚒, 𝙲𝚊𝚛𝚒ñ𝚘... [𝚂𝚊𝚜𝚞𝚔𝚎 𝚇 𝙻𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛𝚊]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora