Capítulo 38
V: Heriberto... (Asustada al ver la furia en los ojos de su marido)
Osv: cuidando de Victoria mientras tú te haces el héroe con los demás...
H: no te permito que critiques lo que hago o dejo de hacer. (Agarrándolo de las solapas y sacándolo a la fuerza de la habitación)
Osv: ¡Suéltame!
V: ¡Heriberto!! (Haciendo a un lado las cobijas para salir a ver lo que pasaba en el pasillo)
H: ¡No te suelto porque sencillamente estás bajo mi techo y aquí hago lo que se me viene en gana!
El ama de llaves que rondaba por ahí dispuesta a intervenir cuando fuera necesario, se sorprendió muchísimo por la actitud de su jefe y amor platónico. Jamás en la vida lo vio reaccionar de esa manera, él se caracterizaba por ser un hombre pacificador.
V: ¡Por favor, Heriberto!!
H: ¡Victoria, regresa a la recámara! (Apenas volteando a verla) ¡Y tú te largas en este instante de mi casa! (Guiándolo a empujones hacia la escalera y bajando detrás de él con un gesto amenazador, sumado a esa voz)
Osv: ¡No vas a impedir que vea a Victoria!! (Ya en el vestíbulo)
H: ¡Aquí no vuelves a poner un pie!! (Con la puerta de entrada abierta de par en par)
V: ¡Por favor, basta ya! (Desde lo alto de la escalera, pero nadie le prestaba atención)
Osv: ¡Seguiré buscando a Victoria hasta que se dé cuenta que no eres el hombre que ella necesita!!
H: ¡Por mí puedes hacer lo que quieras!
Osv: si, cómo no. Tiemblas al pensar lo que provocaría un acercamiento entre nosotros...
Con un solo grito del patrón, acudieron el jardinero, el chofer, el portero y el guardián.
H: ¿Ven bien esa cara?? (Recibiendo un sí con movimiento de cabeza) Le queda prohibida la entrada a esta casa. Mucho peor si yo no estoy. ¿Quedó claro??
Todos: Sí doctor.
H: ¿Quién lo dejó entrar?? (No menos enfurecido, pero sí bajando un poco la voz ya que Osvaldo se había ido)
Port: le hablé a la señorita Catalina porque yo no lo conocía, doctor...
H: y ella autorizó la entrada... Pueden volver a sus obligaciones, gracias... (Entrando de igual carácter a la mansión) ¡Catalina!!
ADL: A sus órdenes doctor. (Como soldado frente a su general)
H: ¿Por qué dejaste entrar a ese tipo?? (Nuevamente usando el tono de voz alto)
ADL: se presentó como el papá de Maximiliano y Fernanda... Creí que llevaban una buena relación... A fin de cuentas estuvo casado muchos años con la señora...
H: ¡Aquí no se te paga por creer nada! ¿Por qué lo subiste hasta la habitación, eh??
ADL: ya le expliqué doctor, no pensé que había problemas entre ustedes...
H: ¡Pues los hay!
ADL: pero la señora no me dijo nada, lo recibió tan natural...
H: ¡Que sea la última vez! Y escúchame bien. Mis hijos y los de Victoria, además de sus amigos cercanos son los únicos autorizados para visitarla en nuestra recámara. ¡Absolutamente nadie más puede pisar esta casa! ¿Entendido?? ¿O tengo que contratar otra ama de llaves para que entienda y haga cumplir mis órdenes en mi propia casa??
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Alguien Como Tú
FanfictionHistoria basada en Victoria y Heriberto. ¿Serán 2 seres heridos y decepcionados del amor capaces de volver a enamorarse y superar los obstáculos que se les pongan en frente...?