Capítulo 1

4.4K 142 7
                                    


Capítulo 1

Se escuchaban unos pasos apresurados por los pasillos del Hospital, sin duda se trataba de una mujer por el repicar de los tacones que se detuvieron cuando encontró el Consultorio del Medico Neurocirujano.

Xx: Vengo a ver al Dr. Ríos Bernal.

Sec: Aun faltan 10 minutos para la cita de las 4pm. ¿Es usted la Sra. Rodríguez? (Chequeando la agenda de los turnos)

Xx: No. Soy Victoria... Victoria Sandoval.

Sec: (Alzando la vista cuando escuchó ese nombre)

Por esos días entre cita y cita, el Dr. Heriberto Ríos Bernal aprovechaba a estudiar el caso siguiente y todo lo que pudiera ayudar a ese paciente.

>>> INTERCOMUNICACION <<<

H: Dime Laura...

Sec: Doctor, hay una señora que quiere verlo...

H: ¿La señora Rodríguez ya está aquí? (Consultando el reloj cuando creyó que se le había pasado la hora)

Sec: no, no doctor... La Sra. Sandoval no tiene cita...

H: Entonces dele una cuando esté disponible.

Sec: ¿Dentro de 2 meses??

H: Acabas de darme la respuesta. Lo lamento pero no puedo atenderla hoy. (Con intenciones de colgar)

Sec: pero ella insiste doctor... Dice que es urgente...

H: ¿De vida o muerte?

Sec: eso no lo sé...

H: ¿Acaso no eres tú misma la que se encarga de darle prioridad a los casos más complicados??

Sec: si doctor, pero...

H: Tú mejor que nadie sabes que este mes como cada año me dedico mañana, tarde y noche a atender la mayor cantidad de pacientes.

Sec: está todo copado...

H: Si no hay ni un solo espacio en la agenda recomiéndales otro médico. Yo no puedo hacer nada.

V: Podría decírmelo personalmente al menos, Dr. Ríos Bernal... (Entrando al consultorio sin tocar siquiera)

H: pero... ¿Qué es esto?? (Colgando el teléfono y quitándose los anteojos cuando aquella mujer invadió su espacio sin previo aviso)

Unos zapatos enormes, cuando levantó los ojos, y fue subiendo la mirada por la bata blanca de doctor cortada a la medida, los hombros anchos y fuertes, la mandíbula meticulosamente afeitada. Con el pelo peinado hacia atrás, su aspecto era de una elegancia imposible, pero sus ojos... Victoria se quedó mirando esos ojos verdes, que la contemplaban con una expresión indescifrable... De una estatura mucho mayor a la de ella...

Heriberto la miró también, el cabello color castaño le caía en suaves ondas alrededor del rostro, sus pómulos marcados, elegantes y unos labios que atraían... Sus ojos miel brillaban y una figura esbelta, con curvas que quedaban acentuadas por el atuendo que se ajustaba a su pecho y a su cintura, rodeando suavemente sus caderas. Pero con una actitud de reina del mundo.

V: su secretaria insiste en que no puede atenderme porque está muy ocupado y sin embargo no veo ningún paciente por aquí... (Logrando salir de esa burbuja en que parecieron estar por horas)

H: paciente que no tarda en llegar... Señora... Sandoval... (Extendiéndole una mano y besándosela cuando ella se la dio) Mucho gusto...

V: (Manteniendo el contacto visual con aquel hombre de costumbres antiguas)

Alguien Como TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora