Capítulo 64

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Capítulo 64

Un domingo íntegramente familiar, luego de comer Heriberto se disculpó para atender un caso urgente por teléfono, a petición de uno de los colegas más cercanos a él.

V: ¿Cómo vas? (Pasándole ambas manos por la espalda, subiendo por los hombros y quedándose ahí)

H: Bien... (Besando los dedos que le caían por el pecho)

V: ¿Está muy grave el paciente? (Dando la vuelta para sentarse a su lado)

H: La verdad es que no como los demás médicos creen... (Volteándose a darle un beso en la mejilla)

V: Mi amor... Es domingo... (Abrazándolo por los hombros)

H: Un domingo muy tranquilo...

V: Lo cual me parece rarísimo, sabiendo que tenemos casa llena... (Ahora acercándose ella a besarlo en la comisura de los labios)

H: Con los nuevos sobrinos ni nos pelan...

V: Yo si te pelo, mi vida...

H: Lo sé mi amor, si no me pelaras, esos muchachos afuera no tendrían padre...

V: Por Dios, qué exagerado...

Heriberto aprovechó que Victoria rió para capturarle los labios con un fascinante beso... Devorador... Atrevido, teniendo en cuenta que afuera estaban los hijos de ambos y en cualquier momento podrían entrar...

Y así fue unos momentos después de besos, abrazos y caricias prudentes...

¡Sofía entraba detrás de Santiago, persiguiéndolo para golpearlo!

V: Bueno... ¿Qué pasa aquí? (Poniéndose en pie en medio de los dos niños)

San: ¡Sofía me quiere pegar!

Sof: ¡Porqué tú empezaste!

San: ¡Yo no te pegué!

Sof: ¡Pero me quitaste mis dulces!

V: ¡Ya! ¡Basta los dos! Santiago no tienes que tomar cosas que no son tuyas.

San: ¡Fue solo un dulce mamá! ¡Tú no sabes!

H: ¡Santiago! (Puesto en pie casi de un respingo) ¡No le levantes la voz a tu mamá, nunca más le hables así!

San: Pero papi...

H: Nada. Tampoco tú, Sofía.

Sof: Yo no hice nada, papito, ¡Fue ese menso!

San: ¿Escuchas cómo me dice, papá? ¡Tú eres una sangrona!

H: ¡Se acabó! (Volviendo a asustar hasta a Victoria) Suben los dos ahora mismo. Castigados. Y dónde les vuelvo a oír discutir, no hay mascota mañana. (Varios segundos de silencio) ¿Está claro?

San y Sof: Si papi... (Cabizbajos tomando el camino a la escalera)

H: Mi vida, no dejes que te griten... (Sentándose junto a Victoria, poniendo una mano sobre la pierna)

V: Fue la euforia del momento... Nunca lo hacen...

H: Espero que sea cierto lo que me dices...

V: Lo es... Tú me conoces...

H: Oye... Me encanta como te queda esa blusa... (Tocando con los dedos el escote que no era evidente para todos, solo para él en la posición en la que se encontraba)

V: Eres un seductor nato...

H: ¿yo?? ¿Tienes ese concepto de mí??

V: Explícame cómo puedes en un segundo pasar de papá enojado a esposo cariñoso, eh... (Acariciándole las facciones tanto con la mirada como con la yema de los dedos)

Alguien Como TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora