TREINTA

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Judith, Mircoles 21 de Enero
20:30 pm

Mi madre y yo entramos a casa después de recogerme de casa de mi mejor amiga

Subo al cuarto de Leyre deprisa para enseñarle un tutorial que he encontrado y en ese momento veo que esta dormida, pero no ella sola, está con Ginés

-Oh, que monos. Sonrio y les saco una foto con mi tablet

Bajo al comedor y se lo digo a mi madre

-Leyre esta durmiendo

-Normal, tiene la regla y eso la deja muy cansada amor, ya lo entenderás. Sonrie acariciando mi pelo

-Pero es que ha venido Ginés, estan los dos dormidos

-¿Ginés?. Se extraña- Pensaba que habia quedado con Marcos

-No sé, pero el que está arriba esGinés, mira. Le enseño la foto que les he hecho

-Pues si. Rie -Que bonita imagen hija

-Se quiren, ¿verdad mami?. La miro ilusionada

-Creo que si, nunca he visto a tu hermana mirar así a alguien, ni siquiera a Marcos

-Me cae muy bien Ginés, es buen chico. Admito

-Vamos a dejar que duerman, igual mañana por la mañana se mueren de sueño pero no importa, que se chinchen. Dice haciendome reir -¿Vamos a ver los dibujos hasta la hora de la cena?

-¡SI!. Grito emocionada y nos sentamos en el sofá encendiendo la tele

Ginés, Miércoles 21 de Enero
20:45 pm

Me despierto y la noto aún dormida aferrada a mi

Suspiro acariciando su mejilla intentando no despertarla y saco mi móvil de mi bolsillo izquierdo con cuidado para mirar la hora

Son las 20:45 pm, es bastante tarde, mañana no va a haber quien nos levante

Ojeo las redes sociales y en ese momento una frase viene a mi cabeza

"De vivir buscando siempre el mismo brazo cuando alguno vuelve a caer"

Es totalmente cierto, siempre que o ella o yo estamos mal nos buscamos y nos necesitamos demasiado mutuamente

La apunto en las notas de mi móvil para no olvidarla y suspiro notando como su pecho sube y baja lentamente pegado al mío, está completamente relajada

Unos minutos más tarde noto como se mueve despacio

-Hola. Sonrío despegando mi barbilla de su hombro para mirarla

-Hola. Me devuelve la sonrisa

-¿Te encuentras mejor bebé?. Pregunto apartando un mechón de pelo de su cara

-Si, pero tengo la espalda destrozada. Suspira

-Sabía que iba a ser mejor que nos tumbáramos. Acaricio su columna despacio, ya que es cierto que la ha tenido bastante rato mal puesta al estar abrazada a mi en esta posición

-No importa, necesitaba estar así de cerca tuyo un ratito

-Eres lo mejor que me ha pasado en muchos meses Leyre, demasiados, llevo una racha de puta pena. Resoplo agobiado posando mis manos en sus mejillas y juntando nuestras frentes

-Lo sé llorón, lo sé. Acaricia mi pelo por detrás intentando calmarme

-Besame. Le  suplico cerrando mis ojos -Eres la única persona capaz de hacerme olvidar toda la mierda que tengo encima cuando estoy a tu lado

𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora