TREINTAITRES

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Leyre; Sábado 24 de Enero
15:00 pm

Llevo desde esta mañana en casa de Marcos, acabamos de comer y yo no sé de qué manera decirle que quiero cortar la relación

-Marcos...Lo siento de verdad, no te imaginas cuánto, pero se acabó, lo he pensado muchísimo. Miro hacia el suelo nerviosa jugando con mis manos

-A ver zorra, me tienes harto ya, se acabo lo de ir de bueno, que tú no me dejas a mí y punto, ¿te queda claro? Tú eres mía. Ríe mirando hacia otro lado

-No me lo pongas más difícil Marcos, ya no siento nada por ti, no te quiero, acéptalo

-Te jodes, ¿te crees que yo alguna vez te he querido? ¿En serio piensas que si te quisiera te haría todo lo que te hago? No, tú solo eres una simple distracción más

-¿Hay otras verdad?

-Eso a ti no te incumbe, lo único que tienes que tener claro es que eres mi putita y ya, te voy a tener siempre y cuando a mi me dé la gana, te tengo desde el día que decidiste perder la virginidad conmigo. ¿Te acuerdas? Gozabas como una perra, yo si me acuerdo. Se acerca peligrosamente a mi

-Eres un cabrón. Susurro

Al oírme decir eso su mano impacta brutalmente con mi mejilla haciéndome retroceder unos pasos para atrás

-Se ve que tú solo aprendes a base de hostias, escúchame bien. Dice juntando mi espalda totalmente a la pared dejándome acorralada con su cuerpo y estira de mi pelo con fuerza -Repite conmigo imbecil, SOY

-Soy. Repito llorando ya que me está haciendo daño

-SOLO TUYA. Grita cabreado

-Solo tuya

-Y ASÍ VA A SEGUIR. Vuelve a hablar

-Y así va a seguir. Lloro muerta de miedo

-SIENDO... Hace una mueca con la cara para que continúe la frase

-Siempre. Digo rendida

-Muy bien mi amor, ¿ves como era tan difícil?. Ríe soltando mi pelo y deja un beso en mis labios haciéndome sentir arcadas

Paso el dorso de mi mano por mi boca rápidamente limpiándome el beso y lo miro con odio

-Hijo de puta, me das asco. Aseguro

-No sabes el placer que me da escucharte decir eso. Ríe malévolo

-Te pienso denunciar, tenlo claro. Digo convencida

-Atrévete, atrévete a hacerlo y te juro por lo que más quieras que tu preciosa hermanita acaba con la cara desfigurada

-NO, Grito -Mátame a mí si quieres pero, te juro que como te atrevas a ponerle una mano encima mi familia seré yo la que te acabe estrangulando a ti. Digo con una valentía que ni siquiera sé de dónde saco

-Si si. Ríe -Pues si no quieres que eso pase ya sabes lo que te conviene

-Te odio como no he odiado a nadie en mi vida

-Ódiame todo lo que quieras bonita pero ven a ver una serie. Dice tranquilo sentándose en el sofá

-No se te ocurra llamarme así jamás. Hablo seria ya que ese es el mote por el que me llama Ginés

Me acabo sentando en el sofá y él pone la tele

Resoplo alejándome todo lo que puedo y poco después veo como se tumba hacia el lado contrario al mío

-Me sobo, ¿vale?. Dice mirándome de reojo ya tumbado y yo asiento con la cabeza indiferente

Minutos después en cuanto oigo que empieza roncar me levanto lentamente del sofá pasando mi mano por delante de su cara para ver si se ha dormido ya

𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora