TREINTAISEIS

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Ginés; Domingo 25 de Enero
10:15 am

A la mañana siguiente me despierto y la veo justo con la cara a centímetros de la mía aún dormida

Puedo sentir su calmada respiración chocar con mis labios

Estoy jodidamente loco por esta niña, daría lo que fuera por despertar cada día como lo estoy haciendo ahora mismo

La observo durante unos segundos y seguidamente busco mi móvil en la mesita de noche que tengo al lado pero no lo encuentro, es cierto, ayer subí con ella en brazos y no lo dejé ahí

Palpo mis bolsillos y por suerte consigo notarlo en el bolsillo izquierdo de detrás de mi pantalón

Suelto un suspiro y lo saco de este mirando la hora

Las 10:20 am

No sé a qué hora nos acostamos ayer pero seguramente no sería muy tarde, estábamos los dos realmente cansados

Reviso si tengo algún mensaje pero s9lo veo algunos en Instagram de mis colegas enviándome chorradas, casi no miro las redes sociales la verdad

Dejo el móvil, esta vez si, en la mesita y la miro de nuevo

Apoyo el codo izquierdo en la almohada y la barbilla en la palma de mi mano quedando de lado para admirar mejor lo hermosa que se ve en este instante

Profundamente dormida, medio despeinada y con el pijama mal puesto de todo lo que se ha movido esta noche

Ojalá verla así de tranquila siempre

Comienzo a acariciar su rostro lentamente intentando no despertarla y dejo un suave beso en su frente

Quedan tan solo unos pocos días para su cumpleaños y todavía no sé qué comprarle pero estoy seguro de que quiero que sea algo que de verdad tenga valor para ella, para nosotros

Justo en ese momento noto que se mueve lentamente

-Hola. Suspira abriendo los ojos despacio

-Buenos días mi vida. Acaricio su cara mirándola embobado

-¿Que hora es?

-Las 10:30 deben ser más o menos

-¿Llevas mucho rato despierto?

Niego con la cabeza

-No, solo el suficiente para darme cuenta de que podría despertarme así durante el resto de mi vida

-Eres imbecil tio. Se tapa la cara avergonzada -¿Ni recién levantado puedes dejar de decir esas cosas?

-No, si son verdad no. Sonrío mirándola -No te tapes jo. Agarro su mano apartándola de su rostro

-Seguro que estoy horrible. Pone un puchero

-Horriblemente irresistible estas. Río y la beso despacio

Estamos unos minutos más haciendo el tonto en la cama y en ese momento alguien abre la puerta deprisa

-¡BUENOS DÍAS!. Grita Judith tirandose a la cama quedando tumbada entre nosotros dos

𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora