SETENTAIUNO

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Leyre; Domingo 11 de Julio
13:00 pm

Seguimos sollozando los dos en completo silencio y unos minutos más tarde, él habla rompiendo el hielo

-No llores, por favor. Suplica mirándome con tristeza

-Deja de hacerlo tú. Río entre lágrimas

-Vale, pues paramos los dos. Sonríe y seca nuestros rostros

-Lo que has cantado es precioso Ginés. Aseguro -¿Es tuyo?

-No reina, es de un chico, Funzo, bueno, en realidad son un duo de hermanos, pero esa canción en concreto la canta solo uno de ellos. Explica

-Me ha encantado, ¿como se llama?. Pregunto

-Qué Bonito Fue. Suspira -Pontela entera algun dia. Aconseja

-Lo haré. Sonrio y beso su mejilla -¿Comemos?. Propongo -Mi madre y Judith llegarán un poco más tarde pero yo necesito echarme un rato, estoy reventada

-Si Dios, yo no puedo ni con mi alma. Resopla

Nos levantamos de la cama perezosamente y acabamos bajando a la cocina

Preparamos pasta fría ya que hace un calor horrible y comemos hablando animados

-Ayer al final me lié con el morenazo. Admito divertida

-¡Esa es mi chica!. Celebra -¿Y que, a que le supieron mis babas, están ricas?. Se burla

-Imbecil. Golpeo su mano ya que estamos uno enfrente del otro -¿A Alba le gusta el sabor de mis labios?, Lo pico también -Digo, no hace tanto que nos besamos por última vez tú y yo. Rio

-Eres lo peor. Me mira mal de broma

-Te encanto bebé. Le tiro un beso

-No más que yo a ti. Guiña su ojo izquierdo

Me flipa que nos piquemos tanto, es muy divertido chulearnos mutuamente

Seguimos comiendo tranquilos y subimos de nuevo a mi cuarto tras lavar los platos y los cubiertos que hemos utilizado

-Oye. Se tira a mi cama mirando hacia el techo

-Dime rubio. Imito su gesto quedando en la misma posición

-¿Te he dicho que estoy trabajando de camarero en la hamburgueseria los mediodías?. Me mira

-No tío. Digo sorprendida -Que guay. Sonrío

-Bueno, tampoco te emociones tanto que el dueño es muy amigo de mi madre. Admite riendo

-Estás enchufado cabrón. Abro mi boca -Ahora entiendo porque me llevaste la primera vez y por qué nos vemos tanto en ese local. Golpeo su pecho

-Es verdad, ahí fue nuestra primera cita. Recuerda divertido

-Ya nos habíamos visto algún día antes, pero si, fue la primera vez que quedamos expresamente para ir a comer. Admito -Aunque después te acojonaras vivo en el parque. Me burlo

-Tenías novio, ¿vale?. Ríe -Además, en ese entonces casi ni nos conocíamos. Rueda los ojos

-Que pena que ahora seas tú el que tenga novia, ¿no?. Apoyo mi dedo índice en su pecho poniéndome boca abajo y reincorporándome un poco para quedar más cerca suyo

-Leyre... Resopla -No me hagas esto porque te juro que no controlo. Advierte

-¿Te sigo poniendo nerviosito rey?. Lo miro con picardía

𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora