VEINTISEIS

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Ginés; Sábado 17 de Enero
17:30 pm

Rato después me despierto y la veo todavía pegada a mi durmiendo plácidamente

Observo todo su rostro detenidamente, está tan jodidamente hermosa así, bueno, en realidad siempre lo está, pero ahora muchísimo más: medio despeinada, tranquila, casi destapada, con las mejillas sonrojadas, y aunque con ojeras de no dormir bien y de lo mucho que ha llorado hace un rato, sigue estando preciosa

He sido un completo gilipollas, ¿cómo se me ocurre hacer una cosa así? Y más delante suyo

Suspiro y me doy la vuelta para coger mi móvil que está en la mesita de noche que hay a mi lado

Tengo un mensaje de mi madre de hace un rato

Mamá
¿Qué tal por casa hijo?

Yo
Mierda mamá, lo siento, se me ha olvidado decirte que no estoy en casa, he venido a comer a casa de Leyre y nos hemos quedado dormidos, ella tampoco ha pasado buena noche, todo bien por aquí. Omito la parte en la que casi me tiro por la ventana

Segundos después me responde

Mamá
Tranquilo cariño, nosotros ya vamos a buscar a Paco  y iremos para casa, pero no tengas prisa en volver, Jimena todavía no ha llegado tampoco

Yo
Vale, un poco más tarde voy, yo me acabo de despertar pero ella sigue durmiendo

Mamá
Mañana después del funeral comeremos todos en casa con el novio de Jimena también, si quieres decirle que se venga puedes, para agradecerle que estuviera con nosotros el otro día y todo lo que está haciendo por ti, esa chica se merece el cielo

Yo
Y que lo digas mamá, y que lo digas. Escribo suspirando Esta bien, luego le pregunto si le apetece
Te dejo que creo que se despierta

Mamá
Hasta luego hijo, que vaya bien

Me desconecto ya que noto como se mueve

-Buenos días bella durmiente. Río viendo como hace un ruido con la boca en modo de queja sin ni siquiera abrir los ojos

-Sigues aquí. Sonríe abriendo los ojos

-Te lo he prometido, que bonita estás Dios. Agarro sus mofletes -Ojalá despertarme siempre así

-Calla tonto, si estoy horrible. Tapa su cara con sus manos

-Estás preciosa. Aseguro y estiro de sus brazos para que se destape la cara y acercarla mucho más a mi -Ven, sube. Digo para que se suba encima mío

Se tumba encima de mi cuerpo y yo le robo un beso a traición ya que estamos cara a cara y a muy poca distancia

-Eh, eso no vale. Ríe cuando nos separamos

-Pues bésame tú a mi, reina. La reto

-Lo que el llorón pida. Acepta

Deja un pequeño pico en mis labios

-Más. Pido

Vuelve a besarme

-Más

Lo hace de nuevo

𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora