CINCUENTAITRES

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Ginés; Sábado 6 de Marzo
10:15 am

A la mañana siguiente me despierto abriendo los ojos muy lentamente ya que noto que la cabeza me va explotar gracias a la gran resaca que tengo encima ahora mismo

Al hacerlo, me doy cuenta de que no estoy en mi habitación, si no que estoy en la de Leyre, recordando al instante lo que pasó anoche

Me giro y me preocupo al no verla en la cama, pero muy lejos no puede haberse ido ya que es su casa

Me reincorporo lentamente llevándome las manos a la cabeza masajeando esta misma intentando que el dolor cese mínimamente

Segundos después la voy a abrir la puerta, lleva una bandeja llena de comida en las manos

-Buenos días rey. Sonríe al verme despierto

-Hola. Suspiro dolorido

-¿Mucha resaca?. Pregunta al ver mi cara

-Demasiada. Admito y ella se sienta a mi lado en la cama

-Come algo y tomate la pastilla. Me la entrega y me la trago para seguidamente darle un trago al zumo de naranja que hay también en la bandeja -Te quejarás eh. Ríe -El desayuno en la cama como a los reyes

-Eres la mejor chiquita

-¿Te acuerdas de lo que pasó ayer?. Pregunta

-Si, y me doy asco. Resoplo

-¿Que dices idiota?. Me mira extrañada

-¿Te obligué verdad?. Bajo mi mirada hasta el colchón incapaz de mirarla a ella

-No Ginés, por supuesto que no. Responde al instante

-No mientras Leyre, me planté aquí a las putas 3 de la mañana, estabas muerta de sueño y acabó pasando lo que pasó, soy una puta escoria. Tapo mi cara con una de mis manos

-Eh, frena, mírame. Me pide

-No. Niego con la cabeza

-Ginés, mírame. Repite y sube mi cabeza tras destapar mi cara -Si, eran las 3 de la mañana, y si, yo me acababa despertar pero ayer fue increíble, claro que tenía ganas de que pasara, es más... Ríe -Tú me repetiste como cuatro veces si quería que pararas y yo te lo negué todas y cada una de ellas. Explica con dos de sus dedos apoyados en mi barbilla

-¿En serio?. Pregunto no muy convencido

-De verdad llorón, intenta acordarte, sé que tú jamás me obligarías a nada, tú no. Suspira -Me lo pasé increíblemente bien, disfruté muchísimo, ¿te acuerdas de lo que te dije de Marcos?

-Si. Sonrío de medio lado recordando que me dijo que Marcos nunca la había complacido más allá de la penetración

-Pues ya está Ginés, poco a poco te irás acordando pero te prometo que no me obligaste a nada ¿acaso alguna vez has abusado de alguna chica?. Me mira convencida de que no

-No, pero yo que sé. Froto mis ojos -Igual con el pedo que llevaba encima me pasé contigo

-Ginesito, confía en ti, no eres un violador. Acaricia mi mano despacio para tranquilizarme -¿Si?

𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora