𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]

CINCUENTAISEIS

Ginés; Sábado 6 de Marzo
12:15 pm

Caminamos riendo sin parar hacia casa de su abuela aún con nuestras manos agarradas desde que hemos pisado la calle

Estoy muy feliz ahora mismo, al lado de la chica que amo con todo lo que soy, la cual ahora es mi novia por fin y con su hermana, que es una niña maravillosa

Las miro sonriendo como un estupido y Judith habla

-¿Que pasa Ginés?

-Nada peque, que me gusta mucho estar con vosotras. Río

-Eres increíble llorón. Sonríe Leyre al escucharme decir eso

-No, tú eres increíble mi vida, te amo, os amo, a las dos. Hablo feliz

-Te quiero mucho Ginés, eres el mejor. Dice Judith sincera

-Te como entera. La cojo en brazos rápidamente y empiezo a darle miles de besitos por toda la cara

-Ayyy, me haces cosquillas. Ríe contenta

-Pero si no tengo barba loquita. Niego con la cabeza -No te vas a librar de mis besos

-Jo, casi cuela. Resopla de broma

Oigo a Leyre soltar una carcajada y la miro por unos segundos tirándole un beso

-Guapa. Le digo a Judith y dejo un último beso totalmente sonoro en su mejilla

-Guapo. Hace lo mismo que yo y la termino bajando al suelo-Noooo. Se queja cuando lo hago

-¿Que quieres princesa?. La miro riendo

-Llévame a caballito. Pide haciendo un puchero

-Si hombre, que morro enana. Ríe Leyre hablando por primera vez en todo este rato -Yo también quiero

-Te chinchas, tu pesas más y encima a mi me quiere más que a ti. Le hace burla la niña -¿A que si?. Me mira

-Por supuesto. Digo obvio haciendo una mueca con la cara

-Ah, muy bonito. Dice ella fingiendo estar enfadada -Ala, aquí os quedáis, me vuelvo a casa. Se da media vuelta pero yo la agarro rápidamente del brazo impidiéndoselo

-De eso nada reina. La pego a mi pecho riendo y agarro su cintura con fuerza -Te amo bonita. Toco la punta de su nariz con mi dedo índice

-Te amo mucho más. Susurra sonriendo mientras mantiene las manos apoyadas en mi pecho

-Mi chiquita. Rozo nuestras narices

-Mi llorón. Sonríe casi pegada a mi boca y acaba juntando nuestros labios lentamente -No te haces una idea de lo feliz que estoy ahora mismo. Suspira cuando nos separamos y acaricia mi nuca suavemente

-Créeme que una ligera idea si que me hago. Río -Me siento de maravilla con vosotras a mi lado

Vuelvo a dejar un pequeño pico en sus labios y nos separamos para mirar a Judith, la cual sonríe de oreja a oreja tras ver este momento

-Jo, que bonito que os queráis tanto. Dice ilusionada

-Pues si, la verdad. Suspiro dándole la razón -Sube va, que te llevo. Me agacho ligeramente para que se monte en mi espalda

Ella lo hace encantada y tras notar como se agarra mi cuello y yo agarrar ligeramente sus piernas para sujetarla bien, empiezo a correr unos pocos metros

-SIIII. Grita feliz

-ESTÁIS LOCOS. Escucho gritar también a Leyre desde detrás nuestro