CINCUENTAICUATRO

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Ginés; Sábado 6 de Marzo
11:00 am

Pasamos un rato más haciendo el tonto y en una de las veces que ella posa sus manos en mis hombros, habla sorprendida

-Dios, estás súper tenso amor. Los acaricia suavemente

-Pf, pues no te imaginas como tengo la espalda. Río -Entre los exámenes de esta última semana, la resaca y que pensaba que había hecho algo malo contigo, estoy hecho polvo. Aseguro

-A ver llorón. Se levanta de mi regazo -Vamos a hacer algo

-¿Que?. La miro

-Quítate la camisa y ponte boca abajo, que te hago un masaje

-¿En serio?. Sonrío

-Pues claro tonto... no soy masajista pero creo que los hago más o menos decentes. Ríe

-Nah, tú lo que quieres es verme sin ropa, no mientas. Vacilo -Lo del masaje es una excusa barata para que me quite lo que llevo puesto

-Joder, me has pillado chaval. Chasque la lengua -¿Tanto se nota?. Bromea

-Si chiquita. La miro pícaro

-Anda calla ya, y haz lo que te he dicho que voy al baño a por la crema . Ríe

-Que profesional la nenita, con crema y todo, vaya lujo. Asiento y hago una mueca con los labios

Ella ríe desde el lavabo y yo obedezco a lo que me ha pedido hace unos minutos

Miro hacia donde está y cuando la veo volver a la habitación, noto como coge mi camisa de encima de la cama, ya que me la acabo de quitar

-¿Te importa que me la ponga?. Pregunta

-¿Que si me importa? Amo verte llevando mi ropa bonita, estás preciosa con ella puesta. Hablo tierno

-Vale. Me da la espalda sonriendo y se quita la sudadera que llevaba quedando únicamente en ropa interior

La cual es un fino tanga blanco

-Madre de Dios bendito. Muerdo mi labio

-¿Te gusta lo que ves?. Gira la cabeza para mirarme

-No he tenido mejores vistas en mi vida. Aseguro ya que puedo ver a la perfección todo su hermoso cuerpo

Se vuelve a girar ya con mi camisa medio abrochada y se lleva el cuello de esta a la nariz

-Huele a ti. Aspira suavemente

-Suele pasar. Río -Si es mi ropa lo lógico es que huela a mi, ¿no crees?

-Si, y me encanta. Sonríe

-Oye... Ayer no llevabas ese tanga. Aseguro

-¿Como lo sabes?

-Porque el de anoche era gris y el de ahora es blanco. Digo obvio

-Si que te fijas tú bien en mi ropa interior ¿No?. Me mira divertida

-Por supuesto, hay que aprovechar los regalos de la vida. Río -Y verte así es un jodido privilegio reina. Digo feliz aún tumbado en la cama

-Te como entero. Besa mis labios despacio agachándose ligeramente para quedar a mi altura

-¿Entonces en que quedamos, me comes o me haces un masaje?. Río

-No no, ahora toca masajito, que te conozco listo. Dice y se sube encima mío sentándose en mi culo

-Ponte cómoda eh. Suelto una carcajada al notarlo

-Pues claro chaval. Habla creída y se coloca mejor en este mismo

𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora