𝐄́𝐥 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐲𝐨 [𝟏]

SETENTAINUEVE

Ginés: Jueves 19 de Agosto
5:00 am

Estoy durmiendo y de repente algo me despierta

Es Leyre, esta sollozando y repitiendo algo sin parar

-Marcos para, por favor, me estás asfixiando. Llora

Me giro rápidamente y veo que está teniendo una pesadilla

-No, no, para, lo siento. Suplica en sueños

No dudo un segundo en despertarla

-Leyre. Susurro -Eh Leyre, despierta. La muevo suavemente

-Por favor. Llora aun dormida

-Vamos chiquita. Sigo zarandeándola despacio

-NO. Grita abriendo los ojos y reincorporándose en la cama rápidamente -Ginés. Suspira al verme

-Ya está bonita, era una pesadilla, nada más. La tranquilizo sentándome yo también

Se tira a mis brazos y me pega a ella con todas sus fuerzas

-Me va a matar Ginés, va a venir a por mí otra vez. Llora en mi hombro

-No Leyre, eso no va a pasar, solo era un mal sueño. Acaricio su pelo despacio -Está todo bien, estoy contigo, ese desgraciado no te va a volver a poner una mano encima. Me separo lentamente de ella para agarrar su cara y que me mire

-No te vayas, te necesito. Suplica entre lágrimas muy angustiada

-No me voy, estoy aquí mi reina, ya está. Acaricio su rostro para que se relaje -¿Si?. La miro fijamente

-Si. Suspira más tranquila

La pego de nuevo a mi pecho y nos apoyamos en el cabecero de la cama

-Duerme bonita, nada malo va pasarte aquí. Aseguro dándole un apretón en el brazo para calmarla

-No puedo volver a dormir Ginés, voy a volver a recordar ese momento. Solloza

-Son las... Miro un momento el pequeño reloj que hay en la mesita de noche -5:10 am Leyre, es muy temprano, vuelve a descansar por favor, te juro que todo está bien. Repito

-Pero...

-Pero nada chiquita. La corto rápidamente -Cierra los ojos. Pido y ella lo hace

Sigue estando muy tensa

La junto mucho más a mi y hago pequeñas caricias en sus hombros

-Gracias. Susurra un poco más relajada

-No es nada. Beso su pelo dulcemente

Justo en ese momento una letra viene a mi mente

Igual esto la tranquiliza y consigo que se duerma

Respiro hondo y empiezo a cantar muy bajito

La chica del cabello negro y ojos pardos
Me sigue deslumbrando si apago la luz
El único motivo pa' seguir cantando
Pa' fumar de vez en cuando
Pa' correr detrás del bus

En ese momento veo que sube a la cabeza mirándome sorprendida

-No digas nada. La freno antes de que hable -Relájate y duerme tranquila bebita

-Sigue. Suplica apoyándose de nuevo donde estaba hace apenas 5 segundos

Pienso como continuaba la canción y canto la siguiente estrofa

La que siempre discute y acaba ganando
A veces por carácter o razón
La única diva que no usa tacones altos
Pasa todo el día brillando
Tiene el alma en Hollywood